En el Tolima se han aplicado más de 20 mil vacunas contra la fiebre amarilla.
Murió otro paciente en Ataco: ya son 30 los muertos por fiebre amarilla en el Tolima.
La fiebre amarilla sigue dejando una estela preocupante de contagios y muertes en Colombia, y el Tolima se ha convertido en el epicentro del brote más grave registrado en años recientes. Con la muerte de un hombre en el municipio de Ataco, el departamento llegó a 30 fallecidos y 81 casos confirmados, según el último informe del Ministerio de Salud. La víctima habría fallecido el pasado 30 de mayo, pero solo ahora se confirma oficialmente su vínculo con la enfermedad.
En el plano nacional, desde el año 2024 y lo que va de 2025, el país acumula 100 casos y 44 muertes asociadas a esta enfermedad transmitida por mosquitos. Las cifras del presente año son aún más alarmantes: 77 contagios y 31 fallecimientos tan solo en 2025.
Tolima, el foco de la crisis sanitaria
Aunque hay varios departamentos en los que se han documentado casos, Tolima carga con el peso de casi todo el brote nacional. El 81 % de los contagios del país han ocurrido en este territorio, una situación que pone en entredicho la capacidad de respuesta preventiva en zonas de riesgo, especialmente rurales.
Le siguen Putumayo con 8 casos y 6 muertos; Huila, Nariño, Cauca, Caquetá, Meta, Caldas y Guaviare con cifras menores, pero igualmente preocupantes. En varios de estos lugares, los casos son aislados, pero la tasa de letalidad es alta. Por ejemplo, en Putumayo, de ocho casos confirmados, seis han terminado en muerte, lo que representa una mortalidad del 75 %.
En Nariño, dos personas han sido contagiadas: una falleció y la otra logró sobrevivir. Meta y Caquetá también reportan dos casos cada uno, con un fallecido por departamento. Aunque estos números parezcan bajos comparados con el Tolima, la fiebre amarilla es una enfermedad reemergente que puede propagarse con rapidez si no se toman medidas oportunas.
El riesgo crece con cada semana
El Ministerio de Salud ya declaró en varias zonas del país un estado de vigilancia epidemiológica reforzada, especialmente en departamentos como Meta, donde municipios como Uribe, La Macarena, Mesetas, Puerto Lleras, Vista Hermosa, Lejanías y San Juan de Arama fueron clasificados como territorios de muy alto riesgo.
Por esa razón, las autoridades están pidiendo con urgencia completar el esquema de vacunación, el cual es gratuito y está disponible en la red pública hospitalaria. La vacuna contra la fiebre amarilla es de una sola dosis y genera inmunidad de por vida.
¿Cómo se transmite la fiebre amarilla?
Esta enfermedad viral es transmitida por la picadura de mosquitos infectados del género Haemagogus y Aedes. Es más común en zonas selváticas y rurales, pero con la movilidad humana y el cambio climático, el mosquito ha comenzado a aparecer en áreas semiurbanas, ampliando su radio de acción.
Una persona infectada puede comenzar con síntomas similares a los de una gripa fuerte, pero en pocos días, si el virus avanza, puede desarrollar fiebre alta, hemorragias internas, vómitos con sangre, ictericia (color amarillento en ojos y piel) y fallas hepáticas o renales.
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¿Qué medidas se deben tomar?
Las autoridades insisten en no bajar la guardia. Aunque la vacuna es la principal protección, también se deben reforzar otras medidas como:
- Uso de toldillos para dormir.
- Aplicación constante de repelente contra insectos.
- Uso de ropa que cubra la mayor parte del cuerpo, como camisas de manga larga y pantalones largos.
- Eliminación de criaderos de mosquitos: agua estancada, baldes, llantas viejas, etc.
También se recomienda acudir al centro médico más cercano si se presentan síntomas como:
- Fiebre repentina y alta.
- Escalofríos.
- Dolor muscular, en especial en la espalda y las piernas.
- Dolor de cabeza intenso.
- Náuseas, vómito y pérdida del apetito.
- Coloración amarilla en la piel o los ojos (ictericia).
- Cansancio y debilidad extrema.
Un llamado urgente
Lo que parecía un problema aislado en zonas selváticas ahora es un brote nacional con tendencia creciente. Con casi una muerte por cada tres contagios, la fiebre amarilla está golpeando con dureza a comunidades vulnerables.
Desde el Tolima, donde los casos siguen apareciendo en municipios del sur como Chaparral, Ataco y Rioblanco, el llamado de los expertos es claro: la prevención y la vacunación no pueden esperar. Cada día cuenta.
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Fuente
Alerta Tolima
