Inundaciones Huila/Neiva
Inundaciones Huila/Neiva
Secretaría gestión del riesgo Neiva
7 Jul 2025 10:14 AM

Más de 30 familias damnificadas dejan inundaciones en Neiva

Paula Andrea
García Cerón
A la par cultivos, viviendas y más de 100 pescadores han sido afectados en municipios del Huila.

Las intensas lluvias de los últimos días, sumadas a la apertura de compuertas en las represas de Betania y El Quimbo debido a su alto nivel de almacenamiento, han causado estragos en varios sectores de Neiva y el Huila. Un total de 37 familias resultaron damnificadas por inundaciones registradas en cinco barrios y un asentamiento de la capital huilense, siendo reubicadas temporalmente en albergues dispuestos por las autoridades.

De esta manera, los sectores más afectados son los barrios El Triángulo, Camilo Torres, Rodrigo Lara, Guillermo Plazas Alcid, Caracolí y el asentamiento Ceibitas, este último con la situación más crítica, donde el agua alcanzó un nivel aproximado de 1.6, lo que obligó a evacuar de manera urgente a nueve familias, entre las cuales se encontraban al menos 11 niños y varios adultos mayores.

Amelia Monroy, secretaria de Gestión del Riesgo del municipio, explicó que “el caudal del río Magdalena aumentó de forma considerable luego de la apertura controlada de las represas. Esto, sumado a las lluvias constantes, provocó que el agua se saliera de su cauce e ingresara a zonas habitacionales vulnerables”.

Las personas evacuados fueron llevadas a un albergue provisional en el Parque La Rebeca, donde se acondicionaron dos salas, una en el que las personas podían guardar sus enceres, y otra donde se adecuaron dormitorios con camas para las familias.

Aunque en las últimas horas las autoridades reportaron un descenso de más de 40 centímetros en los niveles de los ríos en los barrios afectados, el riesgo no ha desaparecido. La persistencia de las lluvias mantiene el nivel de alerta. Por ello, los organismos de gestión del riesgo continúan realizando monitoreos constantes y reiteran el llamado a la comunidad para que no baje la guardia.

“Bajó más de 40 centímetros el nivel del río, por lo que hemos visto con el monitoreo constante que el agua se ha ido retirando de los barrios poco a poco, antes las vías no se veían nada. Desafortunadamente dependemos del occidente con el río Páez y del sur con el río Suaza, ojalá no siga lloviendo allá porque eso hace que las compuertas sigan abiertas”, agregó la secretaria.

Hasta el momento, las familias afectadas han recibido ayuda humanitaria básica como colchonetas, alimentos, kits de aseo y agua potable. Sin embargo, muchas de ellas esperan un plan de reubicación más efectivo, especialmente aquellas que residen en zonas donde el riesgo es permanente.

Gloria Inés Trujillo Vargas, habitante del asentamiento Ceibitas, relató los difíciles momentos vividos. “El agua empezó a meterse en la casa de madrugada. Yo tengo cuatro hijos, una sobrina y una bebé de apenas 40 días. Fue desesperante, no sabíamos a dónde correr, todo se mojó, no teníamos ni para cambiar a los niños. Fue una noche terrible”, contó conmovida.

En paralelo, la situación también ha impactado zonas rurales y municipios vecinos como Hobo, Campoalegre y Rivera, donde se reportan cultivos, viviendas, animales afectados, así como cerca de 100 pescadores artesanales afectados por el aumento de los caudales. Estas comunidades han perdido sus herramientas de trabajo y han visto dañados sus sistemas productivos, lo que agrava su situación económica.

Los cuerpos de bomberos han respondido en la medida de sus capacidades, pero las autoridades reconocen que en algunos sectores no cuentan con suficientes herramientas ni personal para atender todas las emergencias.

“Disponibles siempre hemos estado, atendiendo todas las emergencias, pero con todas las limitantes, tenemos muchas limitantes sobre todo en la temporada de lluvias, por ejemplo en las zonas de inundación porque los cuerpos de bomberos no cuentan con lanchas ni canoas”, comentó Edinson Fernández, comandante del cuerpo voluntario de bomberos del Huila.

Mientras tanto, las comunidades siguen con la incertidumbre de lo que pueda pasar en las próximas horas. Las lluvias no cesan, el nivel de los embalses continúa alto y la amenaza del agua sigue latente para cientos de huilenses que hoy solo esperan que el clima les dé una tregua.

Fuente
Sistema Integrado de Información