“El problema del PAE en Tolima no fue la plata, fue la gestión”: UAPA
“El problema del PAE en Tolima no fue la plata, fue la gestión”: UAPA
Suministrada
18 Sep 2025 05:35 PM

“El problema del PAE en Tolima no fue la plata, fue la gestión”: UAPA

Laura Daniela
Reyes Martínez
La suspensión del PAE reveló que los recursos estaban disponibles, pero la falta de planeación y voluntad política retrasó su ejecución.

El Programa de Alimentación Escolar (PAE) en el Tolima se convirtió nuevamente en foco de debate nacional. La suspensión del servicio por seis días, que afectó a miles de estudiantes, fue explicada inicialmente como un desfinanciamiento de 15 mil millones de pesos. Sin embargo, la Unidad Administrativa de Alimentación Escolar (UAPA) aclaró que los recursos estaban disponibles y que la crisis obedeció a problemas de gestión y voluntad política.

Había plata suficiente, lo que faltó fue gestión”, recalcó el director de la UAPA en diálogo con los medios. Según el funcionario, el Gobierno Nacional cumplió con su compromiso al girar 60 mil millones de pesos, mientras que la Gobernación del Tolima aportó 15 mil millones más y sumó 8 mil adicionales para reforzar la operación. A esto se agregan 6 mil millones de pesos que permanecen en las cuentas maestras de los municipios y que, por norma, deben destinarse exclusivamente al programa.

La suspensión que pudo evitarse

El director de la UAPA fue enfático en señalar que el retraso en la financiación pudo preverse. “Se contaba con ocho meses para garantizar que el servicio no se detuviera. Sin embargo, la falta de coordinación llevó a una suspensión que afectó directamente a los estudiantes”, sostuvo.

La polémica escaló luego de que el presidente lanzara duras críticas contra la Gobernación del Tolima, asegurando que se habían “robado los recursos” del PAE y que los comedores escolares estaban desfinanciados. Frente a estas acusaciones, la UAPA matizó la situación: no hubo robo, sino un vacío temporal en los aportes que correspondían al departamento en 2024. Ese hueco presupuestal, de 15 mil millones de pesos, fue el detonante de la crisis.

 

Un costo más alto que la media nacional

El caso del Tolima también puso sobre la mesa otro aspecto: el costo del complemento alimentario en el departamento es 2 mil pesos más caro que la media nacional. Mientras en otras regiones el almuerzo escolar tiene un valor estándar, en el Tolima se paga por encima del promedio.

“Eso responde a la lógica de la descentralización del programa. Cada entidad territorial debe hacer estudios de mercado y justificar los valores que paga. Seguramente el Tolima tiene soportes para explicar ese sobrecosto, pero debe presentarlos de manera clara”, explicó el funcionario.

El diferencial de precios plantea un reto financiero adicional, pues eleva el monto de los contratos y exige que la Gobernación y los municipios aporten más recursos de los que generalmente se calculan en el nivel central.

Los municipios y la ‘vaca’ pendiente

Otro punto que genera controversia es el papel de los alcaldes. Según la UAPA, los municipios también deben poner recursos en una bolsa común junto a la Gobernación. Estos dineros provienen del Sistema General de Participaciones, es decir, son de origen nacional pero se giran directamente a las entidades territoriales.

“Hay que ser claros: los 6 mil millones que están en las cuentas maestras no son un aporte adicional de los alcaldes, sino el cumplimiento de la ley. Esos dineros son del PAE y deben ejecutarse. Lo que falta revisar es cuántos recursos propios están dispuestos a sumar los municipios para reforzar el programa”, indicó el director.

La falta de ejecución de esos recursos municipales también explica parte del atraso, pues mientras el dinero permanece guardado, miles de niños ven interrumpido su derecho a recibir alimentación en los colegios.

 

Un programa que debe ser intocable

Con los compromisos financieros ya asegurados, el panorama se despeja parcialmente. El objetivo ahora es garantizar los 180 días del calendario escolar con alimentación asegurada y avanzar hacia la universalidad del programa, es decir, llegar a más estudiantes en todo el territorio.

La UAPA fue categórica en advertir que el PAE debe ser tratado como un programa intocable, que no puede depender de trámites administrativos lentos ni de disputas políticas. “La norma es clara: ningún niño puede quedarse sin alimentación escolar una vez ingresa al programa. Eso no puede volver a repetirse”, concluyó el funcionario.

El trasfondo político y el reto futuro

Más allá de la discusión técnica, la crisis del PAE en Tolima dejó en evidencia un trasfondo político. Mientras el presidente apuntó directamente contra la Gobernación, la UAPA buscó bajarle el tono al señalamiento y centrarse en la solución. Lo cierto es que la suspensión dejó en evidencia que los recursos estaban, pero faltó voluntad para usarlos a tiempo.

El reto ahora es evitar que la historia se repita. Con más de 80 mil millones de pesos asegurados entre Nación, Gobernación y municipios, el programa tiene el músculo financiero para cumplir. El desafío es que la gestión no se convierta en el nuevo obstáculo para la alimentación escolar en el Tolima.

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Fuente
Alerta Tolima