El lugar elegido por el Papa Francisco fue una cárcel a la afueras de Roma, donde se escogieron 12 detenidos para que el sumo pontífice les lavara los pies, entre ellos un musulmán y tres mujeres, de igual forma un albanés y un argentino.
Ante los presos del centro carcelario de Paliano, en Fosinone, el Papa indicó que todos son pecadores, todos tienen límites y defectos, siguiendo con el rito celebrado de manera privada y sin presencia de cámaras de televisión, indicó el Vaticano en un comunicado.
La cárcel que se eligió para realizar el rito Alberta unos cincuenta detenidos que pertenecieron a la mafia y quienes deben purgar largas condenas, las cuales fueron reducidas por colaborar con la justicia, así mismo tiene un grupo de enfermos de tuberculosis quienes reciben su tratamiento.
Fuente: noticiasrcn.com