27 Mar 2017 08:04 AM

Ibagué merece otra oportunidad

Alerta
Tolima

La patinadora Andrea Catalina Olaya, una niña de tan solo nueve años de edad, se accidentó a mediados de febrero en la variante de Ibagué. Su madre, al ser entrevistada expresó como a pesar de que la pista de patinaje se encontraba terminada, a los deportistas no se les permitía usarla.

Así como Andrea Catalina, muchos niños que practican el patinaje se han visto obligados a poner en riesgo su integridad física entrenado en vías vehiculares. Otros en cambio, han abandonado su sueño y están dedicados a otra actividad.

Ibagué no se puede convertir en la ciudad de las lamentaciones. Hay que terminar cuanto antes los escenarios deportivos, pero paralelamente también hay que gestionar un evento de igual o mayor importancia de la que tienen unos juegos nacionales.

Podríamos citar innumerables ejemplos de ciudades que hoy en día son lo que son gracias a haber realizado unas justas deportivas, pero con uno emblemático es suficiente: Barcelona.

En 1992, la capital de Cataluña realizó los XXV Juegos Olímpicos, los cuales sirvieron para albergar a mas de nueve mil deportistas y batir 32 records mundiales y 73 olímpicos.

Claro que también con ocasión de los Juegos Olímpicos, en Barcelona se mejoró y adecuó el aeropuerto El Prat, la villa olímpica se situó en un sector degradado lo que provocó la restauración de esa zona, se modernizaron varios sectores de la ciudad, se construyeron nuevos hoteles y se modernizaron algunos de los existentes, se crearon nuevas y modernas instalaciones deportivas como el Palau Sant Jordi y el Puerto Olímpico, se remodeló y amplió la red viaria creando infraestructuras como el anillo circunvalatorio.

Es decir, la ciudad catalana no solamente se preparó para albergar un evento deportivo por unas cuantas semanas, sino que aprovechó las justas para mejorar la calidad de vida de sus habitantes y para potencializarse como destino turístico.

En su momento, tanto los medios de comunicación internacionales, así como los atletas de todos los países participantes corroboraron las palabras del presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, quien manifestó en la clausura que estos habían sido “Los mejores juegos olímpicos de la historia”.

En Ibagué las palabras de Samaranch no son de grata recordación. No por Barcelona, sino porque las mismas fueron utilizadas por el presidente Santos en la capital musical en 2015. Lamentablemente no lo hizo en la clausura, ni siquiera en la ceremonia de inauguración, sino unos meses antes de la realización de los fallidos juegos nacionales.

Pero Ibagué se merece una segunda oportunidad. Eventos deportivos hay muchos en la próxima década en el calendario nacional e internacional. Hay que apostarle a uno y hacerlo bien.

Por lo pronto es necesario proteger la integridad de los patinadores. Con ocasión del accidente que sufrió Andrea Catalina, la Administración municipal en cabeza del Imdri se comprometió a habilitar la pista de patinaje. Sin embargo un mes después la situación continúa igual, una pista terminada sin poderse usar, mientras unos niños arriesgan su vida entrenado diariamente en una vía nacional junto a tractomulas, buses y automóviles.

Saque de Banda: Enhorabuena por Cajamarca. Gran precedente para el país.