Columna de Opinión
Columna de Opinión
Óscar Barreto
31 Ene 2021 08:54 AM

Servicio Público

Columnista
Invitado
El Ex Gobernador Oscar Barreto hace una reflexión sobre lo que debería ser el servidor público.

Muchos hablan de lo público y no lo conocen, pero peor, hay otros que están en lo público y tampoco lo conocen. Prevalecen algunas prácticas en el país, donde se impone un criterio clientelista y no el de la capacidad técnica, para efectuar una labor o una condición de sensibilidad humana, para practicar el tan trillado concepto de la empatía, que tanto deben poner en práctica los servidores públicos de hoy.

 

Lo público pareciera diseñado para que las cosas no se hagan o se demoren los procesos, y que los procedimientos no sean fáciles, ágiles, ni rápidos, a eso se le suma una enorme incapacidad en algunos funcionarios, que no sólo en el componente técnico lo demuestran, sino en su baja calidad humana circunstancia que resulta fundamental en el servicio público. El estado no se comunica de manera clara desde la cabeza hasta llegar al ciudadano, las proyecciones de los gobiernos, visiones y acciones, no están irrigadas como un torrente en todos los niveles, por eso es fácil encontrar en un mismo gobierno diversas interpretaciones de una sola situación que a la final lleva al traste con que nada se haga y a enormes frustraciones internas y para con los ciudadanos.

No puede seguir haciendo carrera en nuestro país para poner por encima capacidad electoral sobre formación, conocimiento, experiencia y sensibilidad humana. El servicio público cada día debe ser más exigente en cuanto a las cualidades y calidades de quienes lo presten, necesitamos personas en lo público con capacidad y disposición para servir, sensibles solidarios, con amplio conocimiento en las funciones que desempeñen, empáticos, con vocación de servicio, pero también una gran reforma que permita un estado moderno, más eficiente, ágil, en donde prevalezca la equidad con austeridad, bajo un criterio de priorización basado en principios de planeación con visiones acordes al contexto social y por supuesto unos controles anteriores y posteriores con esas mismas cualidades en el servicio publico que deben ser transversales para los tres poderes del estado.

Hay muchos en el servicio público sin vocación que hacen daño a la sociedad, debemos avanzar en cambiar prácticas y personas, que creen que lo público no es para servir sino para otras cosas. Las sociedades con éxito son aquellas que potencian la naturaleza y las vocaciones de sus ciudadanos, no aquellas que permiten que por accidente u otras circunstancias lleguen los que no son a donde no son y menos donde no deben estar, ya nos hemos equivocado mucho, es la hora de cambiar.    

Fuente
Alerta Tolima