Ricardo Ferro - Imagen de archivo
Pese a las adversidades como el infortunio de los fallidos Juegos Nacionales de 2015, los ibaguereños seguimos firmes y mirando hacia el futuro. Y, como en “juego largo hay desquite” llegó el momento de demostrar de qué está hecho Ibagué, de talento, de pujanza, pero, sobre todo, de ganas de pasar el sin sabor que nos dejó el capítulo de corrupción. Así que, en aras de escribir una historia distinta, el pasado martes, junto a la bancada de congresistas del Tolima, solicitamos a Coldeportes que nuestra Ciudad Musical sea sede de los XXII Juegos Deportivos Nacionales y VI Juegos Paranacionales 2023.
¡Así es! Esta es la oportunidad de recuperar los abandonados escenarios de práctica deportiva que, en su momento, fueron anunciados con bombos y platillos para realizar los mejores juegos de la historia, palabras del expresidente Juan Manuel Santos, que como muchas, se llevó el viento. Todos sabemos cómo terminó el cuento de, tal vez, el presidente más vende humo de la historia. Por eso, es hora de empujar para el mismo lado y trabajar para retomar la cultura deportiva en beneficio de un departamento y una ciudad que viven una pesadilla a la que hay que ponerle fin.
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Esta tiene que ser una causa que nos convoque a todos, sin importar las diferencias o el color político. Aquí, de lo que se trata es de reivindicar a la capital, pero principalmente a los miles de deportistas ibaguereños y tolimenses que no solo han sido afectados, sino revictimizados por el huracán de la corrupción y la negligencia que arrasó con los escenarios.
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El trabajo disperso e individual de los congresistas tolimenses ha sido una queja recurrente por parte de los ciudadanos que esperan una labor conjunta para defender los intereses de la región, como suele reflejarse en departamentos como Antioquia o el Valle del Cauca. Pues bien, ¡El momento ha llegado! y hoy, podemos decir que los legisladores del Tolima están trabajando unidos.
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Daremos la pelea para que Ibagué sea sede de los Juegos Nacionales, pero además de ello, para conseguir los recursos necesarios a fin de terminar las obras de los escenarios, que hoy, son una muestra de lo que no puede volver a suceder nunca en la ciudad y el departamento.
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Afortunadamente para Ibagué y el Tolima, contamos con un presidente como Iván Duque, responsable y coherente que está comprometido con la culminación de los escenarios, pero también con personas como el director de Coldeportes, el doctor Ernesto Lucena, quien fue deportista y siente y entiende el dolor de nuestros atletas.
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Lo sucedido el martes fue un paso más para lograr la merecida revancha de nuestra ciudad. Pero el compromiso no termina ahí, el trabajo tiene que continuar de manera ardua y consistente hasta llegar a la meta, que debe ser en últimas, la culminación de los tan anhelados y merecidos escenarios deportivos.
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