4add4c99e2b722df0065276e86e7d0da_L.jpg
14 Mar 2017 07:45 AM

ENTRE EL “MAMERTISMO” Y EL “TRAVESTISMO DE IZQUIERDA”

Alerta
Tolima

Hoy hace casi 134 años  (en 1883) moría en Londres el pensador comunista KARL MARX, padre del socialismo científico a autor de obras de la importancia y profundidad del “Manifiesto Comunista” y “El Capital. Con independencia de la tendencia política que se profese, hay que reconocer en Marx sus aportes a la filosofía, a la economía y a la interpretación económica de la historia y de los fenómenos sociales.

Luce poco propicio el momento de evocar a Marx ahora que la posmodernidad pareciera haberlo rebasado y el comunismo mundial se oculta entre el desprestigio y el revisionismo.

No obstante los instrumentos construidos por Marx para entender el mundo a través del prisma de las llamadas relaciones sociales de producción está más vigente que nunca y la evidencia de la inequidad en las relaciones entre las naciones, las clases y los sujetos luce en todo su esplendor.

Vivimos en un mundo en el que la alienación y la identificación del sujeto con los elementos que puede adquirir se pone en evidencia con una claridad indiscutible; huérfanos de formas de pensar que nos reconcilien con la condición humana, con la justicia, con la naturaleza, deambulamos en la pasarela del consumo desde el primero hasta el último de los días, desde el pañal hasta el catafalco, en una carrera frenética sin sentido.

Es hora de retomar los trabajos de Marx y de otros tantos que desde diversas riveras han hecho sus aportes, para que la especie humana desvíe el curso que velozmente nos dirige al despeñadero de la pobreza, la desigualdad, la violencia, la devastación ambiental. Es hora de abordar con honestidad y con valor los interrogantes más básicos y por ello los más complejos: ¿Hacia dónde nos dirigimos como sociedad?; ¿Qué clase de sociedad estamos dejando a nuestros hijos? ¿Cómo debemos relacionarnos con el medio ambiente? ¿Qué esperamos del Estado? ¿Cuál es nuestro rol como ciudadanos universales?

La actualización del legado de Marx tiene dos grandes dificultades, el “mamertismo” que se niega a beber de cualquier fuente distinta al Marxismo y ven en su obra una especie de texto bíblico; y el “travestismo de izquierda” que agrupa a quienes usan el marxismo y el pensamiento democrático de izquierda como un ropaje para ocultar las mañas de la política tradicional.