El Líbano le declaró la guerra al ‘gota a gota’: 177 emprendedores accedieron a créditos formales con respaldo estatal

Un convenio pionero que sí da resultados

Con la firma de este convenio entre la administración municipal, liderada por la alcaldesa Beatriz Valencia, y el FNG, ya se han movilizado recursos por 660 millones de pesos. A la fecha, han sido aprobados 177 créditos: 88 otorgados a mujeres y 87 a hombres.

“El gota a gota es una trampa mortal. Estamos ofreciendo una mano amiga a nuestros emprendedores, brindándoles la oportunidad de crecer sin la presión de intereses exorbitantes. Este convenio es una herramienta poderosa para combatir esa práctica y mover la economía popular de manera sostenible y justa”, aseguró la mandataria.

El éxito de la iniciativa no solo se debe al acceso a los créditos, sino también al respaldo otorgado por la Alcaldía: el municipio asume hasta el 90% de la garantía de los préstamos, lo que representa una tranquilidad enorme para los beneficiarios, especialmente si enfrentan dificultades para cumplir con los pagos.

El respaldo que nunca tuvieron

Mario Montoya, secretario de Hacienda de El Líbano, explicó que este respaldo es crucial para que la estrategia funcione: “Si un beneficiario tiene problemas para pagar, cuenta con un respaldo significativo de la deuda. Eso los libra de quedar atrapados en un mal negocio con intereses impagables”.

Montoya también destacó que este tipo de crédito formal permite a los emprendedores comenzar a construir historial crediticio, acceder a nuevas líneas de financiación en el futuro y fortalecer su actividad comercial de manera legal y segura.

La mayoría de los beneficiarios son trabajadores que, hasta hace poco, se encontraban fuera del sistema financiero: vendedores de frutas, panaderos artesanales, mujeres que hacen empanadas para vender en la esquina, cultivadores de café o plátano en veredas alejadas. Ahora, gracias a este convenio, tienen acceso a recursos con tasas justas y plazos razonables.

Educación financiera: el complemento ideal

Pero el proyecto no se queda solo en prestar dinero. También se enfoca en educar financieramente a los beneficiarios para que aprendan a manejar sus recursos de forma responsable, evitando nuevos ciclos de deuda y promoviendo la formalización de sus negocios.

Desde la Alcaldía se han organizado talleres y asesorías personalizadas para que los emprendedores comprendan los beneficios de ser formales, facturar sus ventas, pagar impuestos y pensar a largo plazo.

“Lo que buscamos no es solo prestar plata, sino cambiar la mentalidad. Que la gente entienda que hay caminos legales y seguros para crecer. Que el gota a gota no es la única opción, ni mucho menos la mejor”, concluyó la alcaldesa.

Una economía que empieza a respirar

Este proyecto marca un antes y un después en la forma como se apoya a los pequeños negocios del municipio. El respaldo del Estado se convierte en una herramienta real para cambiar vidas, dinamizar la economía local y cortar de raíz una de las formas más crueles de usura que afecta a la población vulnerable.

El Líbano está demostrando que sí se puede construir desarrollo desde abajo, con soluciones reales y voluntad política. Y, sobre todo, que en esta guerra contra el ‘gota a gota’, el primer paso ya fue dado… y con firmeza.

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