
Toque de queda para menores: once comparendos en Neiva ante incumplimiento
Durante los primeros 13 días de aplicación del toque de queda sancionatorio para menores de edad en las comunas 6, 8, 9 y 10 de Neiva, las autoridades han impuesto 11 comparendos a jóvenes que fueron sorprendidos incumpliendo la medida.
La cifra, aunque moderada, preocupa a las autoridades locales por la reincidencia observada en algunas zonas y por el tipo de comportamientos detectados, entre ellos el consumo de alcohol y sustancias psicoactivas en espacios públicos.
Según el balance entregado por la Dirección de Convivencia y Seguridad Ciudadana, la comuna 6 concentra la mayoría de los casos registrados. En parques, canchas y alrededores de establecimientos de comida rápida se han encontrado grupos de menores circulando durante las horas restringidas (entre las 9:00 de la noche y las 5:00 de la mañana).
El director de Convivencia y Seguridad Ciudadana de Neiva, Alexi Trujillo explicó que “continuamos en el ejercicio de la caravana de la infancia y convivencia en las cuatro comunas de la ciudad, haciendo acompañamiento, pedagogía y patrullaje a los padres de familia para garantizar seguridad a los menores”.
Los comparendos interpuestos obedecen principalmente a la presencia de menores sin acompañamiento adulto en lugares públicos durante las horas prohibidas, pero en varios casos también se evidenció el consumo de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas, lo que ha encendido las alarmas de las autoridades en materia de salud y convivencia ciudadana.
“Se ha consolidado once sanciones a los acudientes o padres de familia de los menores de edad, los cuales han incurrido en el incumplimiento de esta norma, a pesar de ello vemos con mucho positivismo el hecho de que sea un número reducido de comparendos, lo que nos indica que se está tomando conciencia”, agregó Trujillo.
El toque de queda sancionatorio, implementado por la Alcaldía de Neiva desde el primero de octubre, busca reducir los índices de inseguridad, homicidios y riñas protagonizadas por menores en sectores de alta conflictividad, además de prevenir su vinculación con redes de microtráfico y pandillas.
La medida fue acompañada por campañas pedagógicas en colegios y barrios, en las que se advierte a los jóvenes sobre las consecuencias legales y personales de infringir las normas.
“Hemos encontrado menores en parques, polideportivos reunidos, algunos consumiendo alcohol, otros con sustancias psicoactivas, otro saliendo a comer luego de las 9 de la noche y a cada uno de ellos se le hace pedagogía y es llevado donde su tutor o padre de familia”, puntualizó el director.
Pese a ello, la Policía Metropolitana ha identificado reincidencia en algunos grupos juveniles, especialmente a los barrios de la comuna 6. En estos sectores, los uniformados mantienen presencia constante y patrullajes nocturnos, en coordinación con líderes comunitarios y gestores de convivencia.
“Seguiremos realizando operativos de control en las zonas priorizadas, con enfoque preventivo y pedagógico. El llamado a los padres de familia es a ejercer una mayor supervisión sobre sus hijos, conocer con quiénes se relacionan y en qué actividades participan durante la noche”, puntualizó Trujillo.
La Secretaría de Gobierno de Neiva reiteró que los comparendos a menores implican una amonestación y acompañamiento psicológico y familiar, más que una sanción económica, pero en caso de reincidencia podrían derivar en procesos administrativos ante las autoridades competentes.
Por su parte, representantes de juntas de acción comunal y comerciantes de las zonas intervenidas han manifestado su respaldo a la medida, asegurando que se ha percibido una reducción en los casos de riñas, consumo de alcohol, instrumentalización de menores en delitos y ruido nocturno desde su implementación.
El monitoreo continuará durante todo el mes de octubre y cinco meses más, mientras tanto, las autoridades hacen un llamado conjunto a la corresponsabilidad entre padres, comunidad y gobierno local para frenar las conductas de riesgo y garantizar que los menores crezcan en entornos seguros, alejados de la violencia y el consumo de drogas.