
Con honores fue recibido en Neiva el cuerpo del subintendente José Camacho Aldana
La mañana de este domingo, Neiva vivió una jornada cargada de solemnidad y tristeza. En medio del dolor de familiares, arribó a la capital del Huila el cuerpo del subintendente José Camacho Aldana, uno de los policías que perdió la vida en el atentado contra un helicóptero en el departamento de Antioquia.
El uniformado, de 35 años, nacido en La Montañita, Caquetá pero criado durante gran parte de su vida en el municipio de Aipe, Huila, fue recibido con honores por parte de la Policía Metropolitana de Neiva, en un momento cargado de símbolos de respeto y reconocimiento por los años de servicio prestados a la patria.
Su féretro, cubierto con la bandera de Colombia, fue trasladado por miembros de la Policía entre los que se encontraban los comandantes de la región, el departamento y el área metropolitana. Al frente llevaban además una fotografía del uniformado, una flor blanca y su Kepis.
Camacho Aldana deja una huella imborrable en su familia, en especial en su pequeña hija de 7 años, quien, junto a su mamá y sus abuelitos, ha recibido el acompañamiento de la Policía Nacional desde que se conoció la trágica noticia.
“Mi cuñado es oriundo del municipio de Montañita, Caquetá, pero él junto a sus papás decidieron por cuestiones de la vida mudarse a Aipe, Huila, vivió desde muy pequeño ahí. El año pasado tuvo su ascenso a subintendente, y siempre fue una persona entregada a su profesional, no negó un día de trabajo”, indicó Christian Ricardo Garzón, cuñado del subintendente.
En Neiva, Huila, con honores y rodeado de su familia, recibieron el cuerpo del Subintendente José Camacho Aldana, una de las víctimas fatales del atentado a helicóptero en Antioquia. Las exequias esperan realizarse este lunes en la mañana en Aipe. pic.twitter.com/3gA5XMx5po
— La FM (@lafm) August 24, 2025
El dolor de sus seres queridos se mezcla con el orgullo de saber que entregó su vida en cumplimiento del deber, una misión que lo llevó a enfrentar riesgos constantes, como aquel que finalmente lo arrebató de los suyos.
“Me siento muy orgullo de la gran persona que fue, un excelente papá, esposo y amigo, una persona muy amorosa. Es un héroe que lastimosamente el conflicto hoy nos lo quita. Nos decía que la situación estaba bastante difícil, que amaba la institución pero que estaba muy difícil. Con profundo dolor hoy despedimos a una gran persona y un héroe”, agregó el cuñado.
Durante el acto de recibimiento, la institución policial reiteró su compromiso de estar al lado de la familia, brindando respaldo en este duro momento. Oficiales de alto rango destacaron la valentía y disciplina del subintendente, recordando su entrega a la misión constitucional de garantizar la seguridad de los colombianos.
El cuerpo del subintendente fue trasladado posteriormente al municipio de Aipe, donde mañana lunes a las 10:00 am en la iglesia Nuestra Señora de los Dolores se llevará a cabo la misa. Allí, en la tierra que lo acogió desde muy joven, sus vecinos, amigos y allegados se preparan para rendirle un último adiós. El municipio se convertirá en el epicentro de la despedida, donde cientos de aipecenses se unirán en un acto de solidaridad y respeto hacia la familia del uniformado.
Los habitantes de Aipe lo recuerdan como un hombre alegre, cercano a su gente y siempre dispuesto a tender la mano. Aunque su carrera lo llevó a distintas regiones del país, nunca perdió el vínculo con el pueblo que lo vio crecer, al que regresaba cada vez que podía para compartir con su familia y amigos. Por eso, su partida ha generado un profundo sentimiento de pérdida en la comunidad, que lo considera uno de los suyos.
El atentado en el que murió el subintendente José Camacho ha sido rechazado de manera contundente por las autoridades nacionales, que lamentaron la pérdida de vidas de uniformados en ejercicio de su labor. El Gobierno Nacional, así como los altos mandos de la Policía, han expresado su solidaridad con las familias de las víctimas y reiteraron su compromiso de no permitir que la violencia trunque los sueños y la vida de quienes defienden a la sociedad.
En medio del dolor, la vida de José Camacho se convierte en ejemplo de valor y servicio. Sus compañeros aseguran que será recordado no solo por su entrega al trabajo, sino también por su sencillez y espíritu solidario.
Mañana, cuando el cortejo fúnebre recorra las calles de Aipe, será la comunidad entera la que, entre lágrimas y aplausos, lo despida como a un hijo propio. Porque más allá de la tragedia, el legado de José Camacho Aldana quedará vivo en su hija, en su familia, en su municipio y en el corazón de un país que lo reconoce como un verdadero héroe.