
El aumento de las cirugías plásticas, puede estar influenciado por las selfies, según un estudio publicado en Plastic and Reconstructive Surgery, demuestra que las fotografías tomadas en teléfonos celulares pueden distorsionar los rasgos faciales de las personas.
Actualmente los pacientes utilizan las fotografías tomadas con la cámara frontal del celular para dar su punto de vista al cirujano plástico de como le gustaría quedar al finalizar el procedimiento quirúrgico, por tal motivo fue realizado el estudio que buscaba determinar cuantitativamente el cambio entre una selfie al compararlo con una fotografía clínica.
Para la realización de dicho estudio participaron 30 voluntarios y les fueron tomadas tres series de fotografías divididas de la siguiente manera. Una serie con la cámara frontal del celular desde 30 y 45 centímetros, la fotografía clínica se realizó con una cámara réflex digital de lente única a 1.5 metros de distancia, además se les pidió a los participantes que llenaran un inventario FACE-Q, instrumento que se usa para evaluar el nivel de satisfacción después de realizar un procedimiento de estética facial, finalmente se tomaron medidas de nariz, labio, mentón y ancho facial.
Según los estudios realizados, se encontró que la longitud nasal es en promedio 6,4% más larga en las selfies de 30 cm en comparación con la fotografía clinica y un 4,3% más en las tomadas desde 45 cm; la longitud del mentón hasta el labio inferior disminuyo en un 12%, finalmente el tamaño de la nariz en relación con la cara disminuyo 10,8% en las fotos de 30cm y un 7,8% en las de 45cm.
Se ha demostrado que las fotografías tipo selfie, trae consecuencias negativas en la autoestima de las personas, debido a que tienen mayor conciencia de su apariencia, esto ha influido en el aumento de procedimientos de rinoplastia desde la aparición de redes sociales.
Los participantes de este estudio notaron que sus caras se ven más proporcionales y atractivos en las fotografías clínicas, a comparación de aquellas que tienen distancias más cortas como lo son las selfies, esto se debe a que los objetos cercanos se perciben más grandes que los distantes, lo que produce distorsiones en la forma en que vemos el resultado de las fotografías.
Este fenómeno ha venido actualmente en aumento, puesto que las redes sociales proporcionan gran variedad de filtros que permiten modificar nuestra apariencia, creando estándares de belleza falsos, que podrían fomentar ideas poco saludables de cómo nos vemos frente a un espejo.