Oso Andino
Los tres registros de cópula reportados involucran diferentes parejas, evidenciando una dinámica reproductiva activa.
Un hecho poco frecuente y de alto valor científico fue documentado recientemente en el sur del departamento del Huila, donde cámaras trampa registraron un evento de cópula de oso andino (Tremarctos ornatus) en zona rural del municipio de San Agustín.
Este hallazgo se convierte en el tercer registro confirmado de comportamiento reproductivo de la especie en esta subregión del departamento, consolidándose como un avance clave para los procesos de conservación, monitoreo comunitario y planificación ambiental.
El registro se obtuvo en el marco de las labores de seguimiento que adelanta el grupo Serankwa, con el apoyo técnico y científico de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), a través de estrategias de monitoreo no invasivo. Estas metodologías permiten recopilar información biológica de alto valor sin alterar el comportamiento natural de la fauna silvestre, garantizando así datos confiables para la toma de decisiones en conservación.
De acuerdo con la CAM, la importancia del hallazgo radica no solo en la baja frecuencia con la que se logra documentar este tipo de eventos en vida silvestre, sino en el hecho de que los tres registros de cópula obtenidos hasta ahora en el sur del Huila corresponden a parejas diferentes. Esta situación evidencia una dinámica reproductiva activa y un intercambio genético favorable, elementos fundamentales para la viabilidad a largo plazo de la especie en los ecosistemas andinos del departamento.
La bióloga Katherine Arenas, profesional de la CAM, destacó que este tipo de registros permiten comprender mejor el estado poblacional del oso andino y su comportamiento reproductivo. “La confirmación de varias parejas reproductivas en diferentes momentos y lugares indica que no se trata de individuos aislados, sino de una población funcional que se está moviendo y reproduciendo dentro del territorio”, explicó.
El oso andino, único úrsido de Suramérica, cumple un rol ecológico fundamental como dispersor de semillas y regulador de los ecosistemas de alta montaña. Por esta razón, es considerado una especie sombrilla e indicador de la salud ambiental de los bosques andinos.
En el Huila, la especie ha sido registrada en 18 municipios, lo que demuestra una presencia más amplia de lo que se pensaba años atrás y confirma la existencia de un mosaico ecológico funcional que conecta áreas protegidas, reservas naturales y predios rurales con vocación de conservación.
La CAM ha señalado que el oso andino es una de las ocho especies focales priorizadas en el departamento, debido a su importancia ecológica y a las amenazas que enfrenta, como la fragmentación del hábitat, la deforestación y los conflictos con actividades humanas.
En este contexto, los registros obtenidos mediante cámaras trampa se convierten en herramientas fundamentales para orientar la gestión ambiental, fortalecer la conectividad ecológica y promover la coexistencia entre las comunidades rurales y la fauna silvestre.
El monitoreo comunitario ha sido otro de los pilares de este proceso. La articulación con organizaciones locales y grupos como Serankwa ha permitido ampliar la cobertura del seguimiento, generar apropiación social del conocimiento y sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de proteger al oso andino y su hábitat. Este enfoque participativo ha demostrado que la conservación efectiva no solo depende de la institucionalidad, sino también del compromiso de quienes habitan el territorio.
Los resultados refuerzan la necesidad de continuar con el monitoreo científico, la educación ambiental y la protección de los corredores biológicos, como estrategias clave para garantizar la supervivencia del oso andino y la integridad de los ecosistemas andinos del departamento.
Fuente
Sistema Integrado de Información
