Quemados Pólvora
Del total de casos reportados, seis corresponden a menores de edad y 18 a personas adultas.
La temporada decembrina en el departamento del Huila vuelve a estar marcada por una problemática que se repite año tras año: las personas quemadas por el uso de pólvora. A la fecha, las autoridades de salud han confirmado 24 casos en lo que va del mes de diciembre, una cifra que refleja los riesgos persistentes asociados a la manipulación de estos artefactos durante las celebraciones de Navidad y fin de año.
Del total de casos reportados, seis corresponden a menores de edad y 18 a personas adultas, lo que evidencia que, pese a las campañas preventivas, niños, niñas y adolescentes continúan siendo víctimas directas o indirectas de prácticas peligrosas normalizadas en algunos hogares.
La situación resulta aún más preocupante si se tiene en cuenta que siete de los adultos lesionados se encontraban bajo la influencia del licor al momento del accidente, un factor que incrementa significativamente la probabilidad de errores, descuidos y comportamientos de alto riesgo.
"Los municipios donde se han presentado estos casos son Suaza, La Plata, La Argentina, Gigante con un caso cada uno; Guadalupe y Pitalito con dos eventos; Acevedo y Oporapa con tres eventos; mientras que Neiva registra diez eventos. La capital huilense encabeza la lista con el mayor número de personas afectadas", indicó César Germán Roa, secretario de salud del Huila.
Según los reportes médicos, las lesiones por pólvora van desde quemaduras leves hasta heridas de mayor complejidad que comprometen manos, rostro y extremidades superiores, zonas del cuerpo que suelen estar directamente expuestas al momento de la manipulación. Estas afectaciones no solo generan dolor físico y posibles secuelas permanentes, sino también impactos emocionales y económicos para las familias.
"En el caso de los menores de edad, la responsabilidad recae directamente sobre los adultos, quienes están llamados a garantizar entornos seguros y libres de estos elementos. La normativa vigente prohíbe de manera expresa la venta y el uso de pólvora por parte de niños y adolescentes, y contempla sanciones para quienes incumplan estas disposiciones", agregó.
Otro de los aspectos que más preocupa a las autoridades es la combinación entre pólvora y consumo de alcohol. Los siete casos de adultos lesionados bajo la influencia del licor confirman que esta mezcla resulta especialmente peligrosa, ya que disminuye los reflejos, afecta la toma de decisiones y aumenta la probabilidad de accidentes graves.
Desde el sector salud se ha hecho un llamado enfático a la prevención, invitando a la comunidad a optar por celebraciones seguras, sin pólvora, y a priorizar actividades que no impliquen riesgos innecesarios. Asimismo, se han fortalecido las acciones de vigilancia epidemiológica, atención oportuna a los lesionados y articulación con otras entidades para reducir el número de casos en lo que resta de la temporada.
Las autoridades también han instado a la ciudadanía a denunciar la venta ilegal de pólvora y a reportar cualquier situación que represente un peligro para la integridad de las personas, especialmente de los menores. El objetivo es evitar que las cifras sigan aumentando y que las festividades, pensadas para el encuentro y la alegría, se transformen en escenarios de dolor y tragedia.
Mientras avanzan las celebraciones de fin de año, el llamado es a la conciencia colectiva. La pólvora no es un juego ni una tradición inofensiva. Cada caso de una persona quemada es una historia que pudo evitarse y una señal de que la prevención sigue siendo la herramienta más efectiva para proteger la vida y la salud de los huilenses.
Fuente
Sistema Integrado de Información
