Concejal Julian Andrés Serna Ruiz
Concejal Julian Andrés Serna Ruiz
Suministrada
10 Jul 2022 10:39 AM

Construyamos y avancemos, pero con la gente y para la gente

Columnista
Invitado
El concejal Julián Serna destaca la importancia de tener en cuenta a la comunidad en el desarrollo de la doble calzada Ibagué-Cajamarca.

El progreso siempre ha sido una necesidad de la sociedad para que esta prospere. Es debido a esto que los seres humanos hemos realizado avances tecnológicos en todos los campos durante el tiempo, y como resultado se han desarrollado técnicas de agricultura, el crecimiento en infraestructura vial, hasta la evolución en comunicaciones como internet, entre otras cosas; cada avance ha tenido como objetivo el facilitar las cosas para los miembros de la sociedad.

Una de las actividades de progreso que se ha implementado en el territorio nacional es la mejora en la infraestructura vial, especialmente en las carreteras que atraviesan nuestros departamentos, logrando que los desplazamientos por las rutas nacionales se hagan en menor tiempo que hace 50 años. Sin embargo, dichos progresos, en algunos casos, no han sido realizados teniendo en cuenta el impacto que han tenido en algunos miembros de nuestra sociedad.

Recientemente la construcción de la doble calzada entre Ibagué y Cajamarca ha estado envuelta en una serie de polémicas, sobre todo porque no se ha tenido en cuenta el cómo afecta a la comunidad el desarrollo de esta importante obra de infraestructura vial.

Muchos consideran, con justa razón, que un peaje entre en la vía que, de la capital musical, conduce a la despensa agrícola de Colombia, supondría un incremento en el precio de los productos agrícolas que pasan por ahí, pues es un costo adicional, esto sin olvidar a las personas que se tienen que desplazar de un sitio a otro por diferentes actividades.

Adicionalmente, hay que tener presente que Colombia es uno de los países con mayor número de peajes. Mientras que Ecuador tiene 90 y Perú 56, nuestro país tenía para el 2021 un total de 168.

Por otra parte, es posible que el trazado de las vías, sin considerar a las comunidades que vivan por el sector, tengan un impacto similar al de las variantes construidas en Gualanday, donde sus habitantes se vieron afectados económicamente, pues muchos de sus ingresos dependían de los vehículos que pasaban por el lugar y que, con la variante, ya no volvieron a pasar por el sector. Por lo mismo, es necesario preguntar ¿qué garantías tiene la comunidad de la antigua vía para el sustento de sus familias? ¿Serán reubicadas o tendrán un apoyo económico para iniciar de nuevo su actividad económica en otro sector?

Precisamente por estas situaciones, el sábado 9 de julio estuvimos en Cajamarca, participando en una mesa de concertación junto a representantes del orden nacional, de la APP GICA y la Agencia Nacional de Infraestructura, y por supuesto la comunidad; esto teniendo en cuenta el malestar que ha generado la obra en los habitantes, y las posibles afectaciones que este proyecto puede traer a la comunidad ibaguereña y cajamarcuna, y al resto del país, en el incremento de los precios de los productos agrícolas y de las posibles afectaciones que puede tener la comunidad que tiene ingresos gracias a los vehículos que transitan por la vía antigua.

Es imperativo resaltar que el progreso no es malo, y que estas vías generan un gran beneficio, sin embargo, no podemos quedarnos callados y pretender que muchas de las obras de infraestructura vial son buenas cuando éstas están afectando la economía de muchas personas de la comunidad. Construyamos y avancemos, pero no olvidemos y pasemos por encima de los demás para lograrlo. Por nuestra parte, seguiremos trabajando para que haya equidad, y se desarrollen estrategias para las personas que pueden verse afectadas negativamente con el desarrollo de esta obra.

Fuente
Alerta Tolima