Tolima cierra los 16+1 Días de Activismo con llamado a frenar violencias
Durante el cierre de los 16+1 Días de Activismo por la eliminación de las violencias contra las mujeres, en el Tolima se hizo evidente que, más allá de una conmemoración anual, hay un desafío que sigue latiendo todos los días en el departamento: el de garantizar una vida libre de violencias para miles de mujeres que aún enfrentan riesgos y vulneraciones en sus hogares, comunidades y entornos laborales.
A lo largo de más de dos semanas, la campaña desarrollada por la Secretaría de la Mujer llevó jornadas psicojurídicas, talleres comunitarios, espacios culturales, ferias de servicios y acciones pedagógicas a diferentes municipios del Tolima. Aunque el objetivo era sensibilizar, el resultado fue también un espejo: la ciudadanía mostró la necesidad urgente de fortalecer la ruta de atención y de acercar más estos servicios a zonas rurales donde, para muchas mujeres, pedir ayuda todavía parece imposible.
Según la entidad, el símbolo del “+1” representa que la lucha no se queda en un calendario, sino que debe sostenerse todo el año. Una idea que, durante el cierre, replicaron varias lideresas que participaron en los encuentros: “Necesitamos que este trabajo no pare, porque la violencia no descansa”, señalaron en una de las intervenciones comunitarias.
Un recorrido territorial que dejó alertas y aprendizajes
Las actividades realizadas en comunas de Ibagué y en municipios rurales evidenciaron problemáticas que van desde violencias intrafamiliares y económicas, hasta casos de acoso, amenazas y barreras para denunciar. Equipos de profesionales escucharon testimonios en los que se repiten factores como la dependencia económica, la falta de redes de apoyo y el miedo a represalias.
Durante el proceso, cientos de mujeres recibieron orientación psicojurídica, muchas de ellas por primera vez. Para algunas, según relataron los equipos en terreno, fue la oportunidad de reconocer que están viviendo violencias que habían normalizado por años.
Además, las ferias de servicios permitieron que organizaciones sociales, colectivos de mujeres, entidades públicas y liderazgos comunitarios se articularan para ampliar la cobertura de apoyo. Esta alianza multisectorial dejó como conclusión que la prevención debe fortalecerse tanto como la atención, especialmente en territorios donde no existen comisarías o donde acceder a una línea de emergencia es complejo.
Comunidades pidieron continuidad y más presencia en zonas rurales
En varios encuentros, habitantes de corregimientos y veredas insistieron en que las campañas de sensibilización deben superar las cabeceras municipales. Señalaron que en zonas campesinas persisten dinámicas culturales que silencian la violencia y limitan a las mujeres para buscar ayuda, por lo que reclaman una presencia preventiva más constante del Estado y de organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres.
Asimismo, se planteó la necesidad de reforzar la formación en masculinidades no violentas, un componente que algunas comunidades consideran clave para frenar ciclos de agresión y transformar comportamientos normalizados.
Líderes comunitarios consultados destacaron que, aunque los 16+1 Días de Activismo permiten visibilizar estas realidades, el reto principal es que las acciones no se diluyan una vez termina la campaña. “Si no seguimos hablando de esto, vuelve el silencio, y con el silencio, la violencia”, expresó una promotora rural que participó en una jornada pedagógica.
Un compromiso que deberá sostenerse durante todo el año
Tras el cierre oficial, la Secretaría de la Mujer anunció que los aprendizajes del proceso servirán para ajustar estrategias, fortalecer los equipos territoriales y consolidar alianzas institucionales y comunitarias. El objetivo, aseguran, es que la atención, el acompañamiento y la prevención sean permanentes, no solo reactivas ante emergencias o fechas conmemorativas.
Los equipos especializados reiteraron que estarán trabajando en programas de autonomía económica, educación para la prevención, fortalecimiento de redes comunitarias y articulación con autoridades locales, elementos fundamentales para avanzar en la erradicación de las violencias basadas en género.
Mientras las comunidades esperan que el compromiso se traduzca en acciones sostenidas, el cierre de los 16+1 Días de Activismo dejó una conclusión compartida: la vida de las mujeres no puede depender de campañas temporales, sino de una apuesta constante que transforme realidades, rompa silencios y garantice dignidad para todas.
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