
Un evento que unió al campo ibaguereño
El fin de semana marcó el cierre de las competencias de los Juegos del Cañón del Combeima, un torneo que reunió durante dos fines de semana a las comunidades campesinas en torno al deporte y la convivencia. Las jornadas deportivas se desarrollaron en medio de una notable organización y con una asistencia masiva de familias que alentaron a sus equipos en cada disciplina.
Dos días de competencia con identidad rural
Las semifinales y finales se jugaron en una atmósfera vibrante. El domingo, pese a la lluvia, las canchas se llenaron de energía con los partidos de fútbol de salón masculino y femenino, mientras se definían los títulos de parques y bolirrana, dos modalidades muy arraigadas en las zonas rurales.
El impacto económico que dejó el evento
Más allá del ámbito deportivo, el torneo tuvo un efecto positivo en la economía local. Los pequeños comerciantes y vendedores ambulantes lograron aumentar sus ingresos gracias a la afluencia de público en la vereda Pastales. Una de ellas, Luz Mery Hernández, relató que las ventas de tintos y comidas rápidas mejoraron significativamente durante las jornadas, permitiéndole un sustento adicional para su hogar.
El Retiro brilló en la final de bolirrana
La emoción también se sintió en los juegos tradicionales. La pareja representante del sector El Retiro se quedó con el título de bolirrana al sumar 50 puntos, en una competencia reñida que mantuvo la atención de los espectadores hasta el final. Este triunfo reafirmó el valor de las disciplinas tradicionales dentro del deporte campesino.
Cay se impuso en el fútbol de salón femenino
El encuentro entre Pastales y Cay definió a las campeonas del fútbol de salón femenino. El conjunto de Cay se llevó la victoria 2-1 tras un partido parejo y lleno de intensidad. Al finalizar, la arquera Carolina Zans expresó su satisfacción por participar nuevamente en los juegos y destacó la importancia de estos espacios que fortalecen el deporte rural.
Fútbol sala masculino: un cierre con emociones
La jornada finalizó con el enfrentamiento masculino, en el que la vereda Cay volvió a destacar al imponerse 5-1, demostrando su fortaleza ofensiva y el trabajo en equipo de sus jugadores. Las gradas acompañaron con entusiasmo cada jugada, reflejando el compromiso y la pasión de las comunidades participantes.
Un balance positivo para el deporte rural
La segunda edición de los Juegos Campesinos dejó un balance ampliamente favorable. Familias, deportistas y comerciantes coincidieron en que el evento no solo promovió la actividad física, sino también la unión social y el dinamismo económico de la región. La estrategia se consolida como una iniciativa que impulsa el desarrollo integral del campo tolimense.
Deporte, integración y tradición
El certamen del Cañón del Combeima demostró que el deporte rural continúa siendo un vehículo para fortalecer los lazos comunitarios y resaltar el talento de las veredas. En cada disciplina, los campesinos dejaron en alto el nombre de sus sectores, demostrando que el espíritu competitivo también puede ir de la mano con la fraternidad y el respeto.
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