Luis Eduardo Chamorro Rodríguez.
Luis Eduardo Chamorro Rodríguez.
Suministrada
19 Abr 2020 08:21 PM

A la expectativa del reinicio de estudios en las instituciones educativas, mañana lunes

Samuel
Barreto Bonilla
Comentario de Luis Eduardo Chamorro Rodríguez.

Hay dos situaciones que se agregan a la intervención sobre el virus COVID-19, que nos tiene viviendo la experiencia de una pandemia. Tienen que ver con el sistema escolar colombiano y se relacionan con la suerte del Programa de Jornada Única y del funcionamiento de las instituciones educativas, con ausencia de docentes y estudiantes en las aulas.

Entre tanta información sobre el coronavirus, han quedado escondidas las noticias sobre la suerte que correrán las altas inversiones de más de 200 mil millones de pesos en Ibagué, en desarrollo de la Jornada Única. Porque las obras de construcciones de aulas y otras de infraestructura física en los 39 planteles educativos programados para ello, están paralizadas y corre el peligro de que la nación no haga las inversiones anunciadas. Sobre esto no se ha dicho nada en el informe de los cien días de gobierno del alcalde.

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Otra situación preocupante es el de la oferta educativa que el Estado debe garantizar y a la vez hacer cumplir el aislamiento obligatorio y preventivo, que nos tiene recluidos en nuestras viviendas, para evitar la contaminación y la muerte de personas de rodas las edades.

¿Cómo reiniciar el año escolar mañana lunes en los establecimientos educativos, sin estudiantes ni docentes en las aulas? ¿Están dadas las condiciones para ofrecer enseñanza virtual?

Lo primero a decir, es que ni los planteles educativos ni los hogares colombianos disponen de los computadores ni de celulares de alta gama con servicio de WhatsApp para ofrecer enseñanza virtual.

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No todos los hogares disponen de servicio de internet y, entonces, queda como recurso elaborar guías y talleres que de una u otra forma deben llegar hasta los lugares donde residen los estudiantes.

Es que estamos ante el hecho de que habrá un cambio de modelo educativo en todo el mundo y no estamos preparados para ello. Pero que toca, toca, porque las circunstancias así lo obligan.