
Comunidad ha solicitado 250 reductores de velocidad en las vías de Ibagué
La Secretaría de Movilidad de Ibagué reveló que en los últimos dos años ha recibido más de 250 solicitudes ciudadanas para la instalación de reductores de velocidad en distintos sectores de la ciudad. Estas peticiones han sido motivadas, en su mayoría, por el inconformismo de los residentes ante el alto flujo vehicular y el exceso de velocidad de conductores que, según los denunciantes, ponen en riesgo la integridad de peatones, especialmente niños y adultos mayores.
Ricardo Rodríguez, secretario de Movilidad del municipio, explicó que si bien las solicitudes son legítimas, es necesario analizar cada caso con rigurosidad, ya que no todos los puntos requieren obligatoriamente la instalación de estos dispositivos.
“La solución a los inconvenientes que muchas veces se presentan por el mal uso de la vía y malas prácticas, no son siempre los reductores de velocidad”, precisó el funcionario.
El secretario indicó que la instalación de un reductor sin un estudio técnico adecuado puede generar consecuencias negativas en la movilidad urbana. Citó como ejemplo el reductor de velocidad ubicado frente al colegio Champagnat, el cual ha generado un impacto en la fluidez de la vía, retrasando el tránsito y provocando congestión en horas pico.
“Un reductor ubicado en un lugar inadecuado y sin un estudio, va a generar mayores problemas de accesibilidad y choques. Es importante tener en cuenta que no es una solución estándar para todos los casos”, puntualizó Rodríguez.
Ante este panorama, la administración municipal ha optado por atender las quejas ciudadanas mediante operativos de control vial y la implementación de estrategias de educación vial y control del comportamiento de los conductores. Estas acciones buscan identificar los puntos críticos que verdaderamente requieren la implementación de reductores o de otras medidas de seguridad vial como señalización, semaforización, o presencia policial.
Asimismo, la Secretaría de Movilidad invitó a la comunidad a reportar los casos que consideren de alto riesgo, pero también a mantener una conducta responsable al transitar por las vías de la ciudad. Se recordó que los dispositivos de control como los reductores deben instalarse únicamente luego de una evaluación técnica que determine su viabilidad, con base en la siniestralidad registrada y otros criterios normativos.
Finalmente, Rodríguez reiteró que la administración local continuará trabajando por una movilidad segura y ordenada, apostando por soluciones que no afecten el flujo vehicular y que realmente contribuyan a disminuir los riesgos en las vías.
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