Asamblea del Tolima suspendió sesiones por un día en rechazo a la violencia política en el país

“El atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay fue un acto cobarde y criminal que no solo puso en riesgo la vida de un líder valiente y comprometido, sino que constituye un ataque directo contra la democracia, la libertad y el ejercicio legítimo de la oposición en nuestro país”, expresó el diputado durante su intervención.

Ferro destacó que el senador Uribe no es únicamente un miembro de su partido político, sino un colombiano que ha defendido de forma pública los valores democráticos y el derecho a la libre expresión en medio de un ambiente político que, en su opinión, se ha vuelto cada vez más hostil con las voces que disienten del gobierno actual.

“El senador Miguel Uribe no es solo un parlamentario del Centro Democrático. Es un colombiano que ha puesto su vida al servicio del país, que ha defendido con claridad principios democráticos, libertades individuales y valores que hoy parecen estar en la mira de quienes pretenden acallar al que piensa diferente”, afirmó.

Durante su intervención, también hizo un llamado al Gobierno Nacional para que se tomen medidas efectivas frente a este tipo de situaciones, y se garantice la seguridad de quienes ejercen liderazgo político, en especial desde la oposición. “Exigimos al Gobierno Nacional que despliegue todas las capacidades del Estado para dar con los autores materiales e intelectuales de este infame ataque, y que garantice con hechos —no con discursos vacíos— la seguridad de quienes ejercemos la oposición en los territorios”, enfatizó.

El diputado Ferro concluyó su intervención con un mensaje de respaldo al senador Miguel Uribe y su familia, desde el departamento del Tolima. “Desde el Tolima, tierra de gente libre y luchadora, expresamos nuestra más profunda solidaridad con Miguel Uribe, con su esposa, su hijo y toda su familia. Elevamos nuestras oraciones a Dios para que le dé fortaleza y pronta recuperación, y para que ilumine a Colombia en este momento oscuro donde la violencia política parece asomar su rostro con renovada crudeza”, dijo.

Por decisión unánime, la Asamblea acogió la proposición y suspendió la sesión programada para ese día, enviando así un mensaje de unidad en defensa de los valores democráticos, sin importar las diferencias ideológicas entre los distintos sectores políticos representados en la corporación.

El pronunciamiento también se enmarca en una creciente preocupación a nivel nacional sobre la seguridad de dirigentes políticos, especialmente aquellos que desarrollan su labor desde regiones históricamente afectadas por la violencia. La suspensión de las actividades legislativas fue interpretada por varios sectores como un gesto de respaldo a la necesidad de proteger el debate democrático y de exigir garantías reales para el ejercicio de la oposición.

Aunque no se trató de una jornada de movilización o protesta pública, la decisión tuvo eco en medios regionales y fue vista como una postura institucional frente a una problemática que ha generado alertas en distintos escenarios políticos y sociales. Desde el Tolima, la Asamblea se sumó al llamado para que Colombia no retroceda en la conquista de espacios democráticos y en la protección de los derechos fundamentales.

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