
Padre de menor fallecido en presunto atentado contra concejal de Campoalegre denuncia amenazas
En medio del dolor por la pérdida de su hijo, Ángel María Quintero Morales, padre del menor señalado de participar en el presunto atentado contra el concejal de Campoalegre, Cristian Calle, ha denunciado ser víctima de amenazas de muerte. Según relató, una persona le advirtió que debía apartarse del caso ya que lo podrían asesinado.
El caso ha generado una profunda división en la opinión pública de Neiva y Campoalegre. Mientras desde algunos sectores se sostiene que el menor fallecido habría estado implicado en un intento de agresión o hurto contra el concejal, su familia sostiene con firmeza que el joven, de apenas 17 años, no estaba armado, no tenía antecedentes y no tenía intención alguna de cometer un delito. Según ellos, fue víctima de una reacción desproporcionada.
Ángel María Quintero ha señalado que no permitirá que la memoria de su hijo sea manchada por lo que considera una acusación injusta. “Yo no voy a callar. Quiero saber qué pasó realmente esa noche y quién disparó. Mi hijo era un niño bueno, trabajador, y no merecía morir así”, expresó. La familia ha solicitado a la Fiscalía que acelere las investigaciones.
En respaldo a esta exigencia, los hermanos del joven fallecido también han alzado su voz. Su hermano Andrés Camilo, explicó que el joven venía caminando con un amigo luego de salir de una fiesta. “Ellos no estaban haciendo nada malo, solo pasaban por ahí. Todo lo que se está diciendo es mentira”, afirmó, visiblemente afectado.
Asimismo, cuestionó que las declaraciones iniciales del concejal hayan cambiado con el tiempo, lo que para ellos podrían evidenciar contradicciones que deben ser investigadas a fondo.
Vanesa Quintero, hermana del joven, también rechazó con firmeza la etiqueta de “delincuente” que algunos han intentado imponer sobre su hermano, indicando que “él no era ningún criminal, era barbero, trabajaba desde muy joven. Siempre quiso salir adelante por sus propios medios. No podemos permitir que lo estigmaticen solo por haber estado en el lugar equivocado”, afirmó.
Mientras tanto, crece la tensión. La familia del joven insiste en que su hijo fue víctima y no victimario. Exigen que se escuchen todas las voces y que no se imponga una versión oficial sin haber agotado el proceso judicial correspondiente.
“A mi hijo lo cogieron a quema ropa. Él junto a su amigo andaban a pié no iban en motocicleta, no tenía armas. Era muy trabajador, y en medio de todo este dolor, en estos días una persona se me acercó, me lo dio como un consejo pero al mismo tiempo como amenaza, que dejara este tema así, porque esa gente era peligrosa y me podrían matar”, aseguró el papá.
Por su parte el concejal liberal interpuso la denuncia ante las autoridades competentes horas después de ocurrido el hecho, por lo que continúa en investigación. La comunidad permanece a la espera de respuestas claras que permitan reconstruir lo sucedido aquella noche que cambió la vida de dos familias para siempre.