María Fernanda, desaparecida Neiva
María Fernanda, desaparecida Neiva
Marly Morales
7 Oct 2025 11:36 AM

Mujer completa más de un mes desaparecida en Neiva

Paula Andrea
García Cerón
Su rastro se perdió el pasado 27 de agosto, al salir de la ESE Carmen Emilia Ospina.

La incertidumbre y el dolor se han apoderado de una familia neivana que, desde hace más de un mes, no tiene noticias de María Fernanda, una joven madre de 29 años que desapareció tras salir de una clínica en la capital huilense. Su rastro se perdió el pasado 27 de agosto, luego de recibir el alta en la sede Carmen Emilia Ospina del barrio Canaima, donde permanecía hospitalizada.

Aquel miércoles, según relataron sus familiares, María Fernanda se despidió de los médicos y salió del centro asistencial cerca de las 9:30 de la mañana. Las cámaras de seguridad registraron el momento en que abordó un taxi, sin llevar pertenencias. Desde entonces, su paradero es un misterio.

“La última vez que supimos de ella fue saliendo de la ESE Carmen Emilia Ospina, ella había ingresado el 25 de agosto, la hospitalizaron por un dolor abdominal y le descubrieron cálculos en los riñones, ya el 27 le dieron salida a eso de las 9:30 am, subió a un taxi y no volvimos a saber nada de ella”, relató entre lágrimas Marly Morales Ricaurte, madre de María Fernanda.

Las autoridades locales adelantan investigaciones para reconstruir los pasos de la joven después de salir del hospital. De acuerdo con los reportes iniciales, se están revisando cámaras de seguridad en diferentes puntos de la ciudad y en las vías que conducen al municipio de Rivera, donde testigos aseguran haberla visto por última vez. Sin embargo, hasta ahora no se ha obtenido una pista concreta que permita dar con su ubicación.

“Siempre he tenido buena comunicación con mi hija, me contaba todo, nunca supe que tuviera algún problema con alguien, tampoco creo que estuviera dentro de sus planes el escapar o perderse. Hasta el momento sé lo mismo que me dijeron el día que puse la denuncia, pero no me han dado más informes, no sé nada”, agregó la mamá.

A la incertidumbre se suma una situación que ha hecho aún más doloroso el proceso, la familia ha sido víctima de extorsión, en las últimas semanas, han recibido llamadas de desconocidos que aseguran tener información sobre María Fernanda, pero solo a cambio de dinero.

“Me han llamado dando información falsa, datos muy ambiguos, me han llamado incluso a pedirme dinero por información de mi hija, obviamente no lo hemos hecho. Sólo pido que la persona que sepa algo de mi hija nos avisen al número 315 3350461, pero también le digan a mi hija que la estamos buscando”, puntualizó la mamá.

Los allegados de la joven insisten en que María Fernanda no tenía motivos para desaparecer. La describen como una mujer hogareña, amorosa y entregada, que dedicaba todo su tiempo al bienestar de sus hijos. Su mamá y abuelita, con quienes creció, recuerdan que siempre fue una persona fuerte y solidaria, capaz de pasar noches enteras en vela cuidando a los pequeños cuando enfermaban.

“María Fernanda nació en Magangué, Bolívar, tiene 29 años, siempre ha sido una muchacha de casa, entregada a su familia. Hemos sido muy unidas. Tiene tres hijos, uno de 12, otro de 10 y una de 3 años, son su adoración. Estamos viviendo en Neiva desde hace 16 años”, compartió Marly.

Mientras tanto, la familia continúa aferrada a la esperanza. Han organizado jornadas de búsqueda en barrios, zonas rurales y municipios cercanos. También han difundido su fotografía en redes sociales y medios locales, con la esperanza de que alguien la reconozca y aporte información veraz.

“Yo solo quiero volver a abrazarla, saber que está viva, que está bien. Cada día sin ella es una tortura”, dice su madre con la voz entrecortada.

La desaparición de María Fernanda no solo deja un vacío en su hogar, sino también una alerta sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de búsqueda inmediata en el país. Hoy, su familia clama por solidaridad y pide que cualquier persona que tenga información se comunique con las autoridades competentes. La esperanza de encontrarla sigue intacta, porque, como dice su madre, “una madre nunca deja de buscar”.

Fuente
Sistema Integrado de Información