Más de 90 trabajadores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en el Huila, entre profesionales de talento humano, auxiliares y coordinadores, completan tres meses sin recibir salario. Cansados de promesas incumplidas, este grupo de empleados decidió mantener un plantón indefinido frente a la sede regional en Neiva, exigiendo respuestas concretas y soluciones inmediatas.
Los manifestantes pertenecen a los hogares infantiles institucionales del ICBF, un programa que atiende a cientos de niños y niñas en situación de vulnerabilidad en todo el departamento; sin embargo, mientras continúan trabajando para garantizar alimentación, educación inicial y acompañamiento psicosocial a los menores, ellos mismos enfrentan una situación económica insostenible.
“Nosotros somos más de 98 empleados que firmaron un contrato que se dio, que finalizó el 30 de septiembre con el Consejo Comunitario de la Comunidad Negra, un operador que viene del Chocó y que firmó contrato con el ICBF desde el mes de febrero y hasta el 30 de septiembre. Realmente hasta el 30 de septiembre se estuvieron con este contrato porque pues el ICBF no hizo adición”, indicó Yessica Valencia Suárez, directora de uno de los ocho hogares infantiles afectados.
El drama de estos trabajadores comenzó hace más de tres meses, cuando los pagos se suspendieron debido a problemas administrativos entre los operadores contratados y el ICBF. Según explicaron los manifestantes, los operadores, entidades privadas encargadas de ejecutar los convenios de atención, no han recibido los desembolsos correspondientes.
“Sabemos que aunque el contrato no lo firmamos directamente con el ICBF, este es un empleador solidario ya que el operador firma contrato con el ICBF y el talento humano firma contrato con el operador. Según el operador, en la respuesta que nos da es que no se ha hecho la cancelación de estos pagos debido a que el ICBF no ha hecho el desembolso de los dineros y el ICBF responde que no ha hecho ese desembolso porque ellos tienen unos requerimientos pendientes con ellos”, agregó Suárez.
A pesar de la difícil situación, los trabajadores aseguran que no han abandonado sus funciones. Han seguido asistiendo a los hogares infantiles por compromiso con los niños, aunque reconocen que la situación se hace cada vez más insostenible.
El plantón frente a la sede del ICBF en Neiva comenzó ayer martes y continuará hoy de forma indefinida hasta que haya una respuesta formal por parte de la dirección regional y los operadores.
“Más o menos a los que tenemos cargos administrativos, lo que sea el mes de septiembre y la liquidación más o menos es una aproximada de 7 millones de pesos, asimismo al talento humano, maestros jardineros 5 millones, de servicios generales y somos más de 95, 98 empleados”, puntualizó Suárez.
Con esta protesta, los empleados del ICBF en Neiva lanzan un mensaje contundente, sin condiciones dignas para quienes cuidan a la niñez, no puede haber bienestar familiar real. El silencio institucional, dicen, solo agrava la crisis y pone en riesgo uno de los programas sociales más importantes del país.