El joven del Cañón del Combeima que conquista América con su garra en la lucha

Torneo continental reúne a la élite americana

El campeonato congregó a 15 selecciones nacionales de América, incluyendo potencias deportivas como Estados Unidos, Brasil, Puerto Rico, Perú, Ecuador, Chile y Panamá. Las competencias se desarrollaron en las modalidades grecorromana y lucha libre, ofreciendo un espectáculo deportivo de primer nivel.

Además de José Emmanuel, otros dos atletas colombianos participaron en la modalidad Greco Romana, aunque no lograron avanzar a la segunda ronda. Sin embargo, la delegación nacional mantuvo sus expectativas altas para las siguientes jornadas de competencia.

La delegación colombiana busca más preseas

El viernes se desarrollaron las competencias de seis luchadoras colombianas en la modalidad de lucha libre femenina, mientras que el sábado fue el turno de cuatro hombres en la modalidad de lucha libre masculina. Entre estos últimos, nuevamente compitió José Emmanuel, quien buscó otra presea para Colombia.

Desde el inicio del torneo se auguraba un excelente cierre para la delegación nacional, con grandes posibilidades de medalla tanto en las competencias femeninas como en la lucha libre masculina. La calidad técnica mostrada por los atletas colombianos generó expectativas positivas en todo el certamen.

Origen humilde en el Cañón del Combeima

La historia de José Emmanuel Pérez tiene sus raíces en la vereda Puerto Perú, ubicada en el Cañón del Combeima. Con apenas 17 años, este joven ha demostrado que el talento y la determinación no reconocen límites geográficos ni socioeconómicos.

Su ascenso al estrellato deportivo se consolidó cuando se impuso en cuatro combates consecutivos en el Campeonato Nacional Juvenil de Lucha, celebrado en Quinchía, Risaralda. En esta competencia derrotó a rivales de Santander, Risaralda, Nariño y Huila en la categoría de 92 kilogramos, demostrando su superioridad técnica y mental.

Triunfo nacional abre puertas internacionales

Su victoria en el campeonato nacional no solo le valió la medalla de oro, sino también la clasificación directa al Campeonato Panamericano Sub17, que se llevará a cabo en Río de Janeiro, Brasil, en junio de 2025. Este logro lo compartió con su compañero Santiago Palomino, otro luchador tolimense que también se alzó con el oro en la categoría de 110 kilogramos.

La dupla tolimense se convirtió en el símbolo del resurgimiento de la lucha en el departamento, demostrando que el trabajo sistemático y el apoyo institucional pueden generar resultados excepcionales a nivel nacional e internacional.

Colegio Rosarista abraza el deporte de alto rendimiento

Para alcanzar este nivel de excelencia deportiva, Emmanuel ha tenido que combinar largas jornadas de entrenamiento con sus responsabilidades académicas. El Colegio Rosarista de Ibagué se convirtió en un pilar fundamental, adaptando su metodología educativa para que el joven atleta no tuviera que elegir entre el estudio y el deporte.

Ancizar Cuasmayán, director administrativo del colegio, expresó a medios locales: "Para nosotros como institución, la prioridad es el ser. Brindarle a Emmanuel todo nuestro apoyo para que pueda desarrollar su deporte y, al mismo tiempo, formarse académicamente, hace parte de nuestra esencia".

Metodología educativa adaptada al alto rendimiento

Este compromiso institucional se tradujo en clases virtuales y flexibilidad horaria, permitiendo que Emmanuel avanzara en sus estudios mientras se preparaba para competencias nacionales e internacionales. La institución comprendió que para un deportista de alto rendimiento, la educación tradicional no siempre es viable.

Por esta razón, implementaron estrategias pedagógicas personalizadas que respetan el ritmo de entrenamiento del atleta sin comprometer su formación académica. Este modelo se ha convertido en un referente para otras instituciones educativas que buscan apoyar a deportistas de alto nivel.

Sueños académicos y deportivos van de la mano

A pesar de su juventud, Emmanuel Pérez tiene objetivos claros más allá del deporte. Además de consolidarse como uno de los mejores luchadores del país, aspira a estudiar medicina y obtener una beca universitaria gracias a su rendimiento deportivo.

Su historia refleja la resistencia y el carácter que caracterizan a los jóvenes del sector rural tolimense. Junto a Santiago Palomino, Emmanuel encontró en la lucha una oportunidad para salir adelante, demostrando que el deporte puede ser una herramienta efectiva de transformación social.

Preparación intensiva para nuevos desafíos

Con su pase asegurado al Panamericano de Río de Janeiro, Emmanuel se prepara para enfrentar a los mejores luchadores de la región. Su entrenamiento, sumado al respaldo académico del Colegio Rosarista, lo posicionan como una de las grandes promesas del deporte colombiano.

El atleta tolimense representa la nueva generación de deportistas integrales, que combinan excelencia competitiva con formación académica sólida. Su disciplina y dedicación lo han convertido en un modelo a seguir para otros jóvenes atletas.

Modelo educativo inspirador para el deporte nacional

Mientras tanto, el Colegio Rosarista continúa trabajando en estrategias que permitan a otros jóvenes talentos, como Emmanuel, compaginar sus sueños deportivos con una educación de calidad. En un mundo donde muchos atletas se ven obligados a abandonar sus estudios, el modelo del Rosarista se erige como un ejemplo a seguir.

La institución ha demostrado que es posible crear condiciones propicias para que los estudiantes-atletas desarrollen todo su potencial sin sacrificar ninguna de sus aspiraciones. Este enfoque integral ha generado resultados excepcionales que trascienden el ámbito deportivo.

Inspiración para las nuevas generaciones

La trayectoria de José Emmanuel Pérez Santamaría constituye un testimonio de perseverancia, apoyo institucional y visión integral. Gracias al Colegio Rosarista de Ibagué, este luchador encontró el equilibrio perfecto entre sus metas académicas y deportivas, convirtiéndose en un orgullo no solo para el Tolima, sino para toda Colombia.

Mientras se alista para brillar en futuras competencias internacionales, su historia sirve de inspiración para otros jóvenes que, como él, sueñan con alcanzar la cima sin dejar atrás su formación. El mensaje que transmite es claro: con el apoyo adecuado, el talento y la disciplina no tienen límites.

Su ejemplo demuestra que el deporte de alto rendimiento y la excelencia académica pueden coexistir cuando existe un compromiso genuino por parte de las instituciones educativas y el apoyo familiar. Esta combinación ganadora promete seguir dando frutos en el futuro deportivo nacional. 

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