
Cortolima otorgó permiso ambiental para la captación de la quebrada Corazón
Luego de meses de espera y gestiones ante las autoridades ambientales, la ciudad de Ibagué celebra un importante avance en su sistema de abastecimiento de agua. La Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) otorgó finalmente el permiso ambiental necesario para habilitar la captación de agua desde la quebrada Corazón, ubicada en el Cañón del Combeima.
El anuncio fue hecho en las últimas horas por la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, junto a la gerente de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado (IBAL), Erika Palma, quienes destacaron que este permiso representa un hito para la ciudad en materia de infraestructura hídrica y resiliencia frente a la variabilidad climática.
“Con la quebrada Corazón tendremos una fuente sustituta con continuidad. Este proyecto lo venimos caminando hace rato y estaba congelado por los permisos ante Cortolima: eran dos de ocupación de cauce, uno de concesión de aguas y uno más de aprovechamiento forestal”, explicó Erika Palma.
Con la aprobación del permiso de aprovechamiento forestal —el último que faltaba— se completa así la concesión integral para utilizar los caudales de la quebrada Corazón, lo que permitirá iniciar formalmente las obras necesarias para su integración al sistema de acueducto municipal.
La quebrada Corazón aportará 231 litros por segundo, una cantidad significativa que servirá como respaldo vital durante temporadas críticas, especialmente en épocas de lluvias intensas o eventos naturales que suelen afectar la calidad y cantidad del agua del río Combeima, actualmente la principal fuente hídrica de la ciudad.
Este proyecto de captación y conducción se realizará con una inversión superior a $7.600 millones, financiados con recursos propios del IBAL. La iniciativa contempla la construcción de una infraestructura de conducción que conectará la quebrada Corazón con la bocatoma del río Combeima, fortaleciendo así la red de distribución de agua potable de la ciudad.
La habilitación de esta nueva fuente hídrica marca un cambio significativo en la manera en que Ibagué gestiona su recurso más vital. Gracias a esta alternativa, la ciudad podrá reducir su dependencia casi exclusiva del río Combeima, una situación que ha generado vulnerabilidad durante periodos de emergencia climática o problemas de turbiedad.
La Alcaldía de Ibagué y el IBAL aseguran que este avance se traduce directamente en mayor estabilidad, continuidad y calidad en el servicio de agua para miles de hogares ibaguereños. Además, se contribuye a una gestión más sostenible y planificada del recurso hídrico en el mediano y largo plazo.
Con la quebrada Corazón como nueva aliada, Ibagué avanza hacia un modelo de abastecimiento más robusto, moderno y resiliente, consolidando su apuesta por un desarrollo urbano sostenible y eficiente.
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