
El Tolima lucha por una escuela segura para 200 estudiantes, Ministerio de Educación rechazó cofinanciación
Una escuela en peligro, la urgencia de una solución para más de 200 estudiantes de la Institución Educativa Playarrica, en zona rural de Palocabildo, estudian en condiciones inseguras. Las lluvias recientes han agravado las deficiencias estructurales del plantel, poniendo en riesgo la integridad de niños, niñas y adolescentes.
La Gobernación del Tolima ya destinó $2.300 millones para construir una nueva sede, pero el proyecto requiere $4.700 millones. Aunque el Ministerio de Educación negó inicialmente su apoyo financiero, las autoridades departamentales no se rinden y buscan alternativas.
El rechazo del Ministerio y la lucha por reconsideración
El 21 de mayo, el Gobierno Nacional comunicó que no cofinanciaría la obra, dejando en incertidumbre el futuro de la escuela. Sin embargo, la Secretaría de Educación del Tolima presentó una solicitud de reconsideración, argumentando la urgencia del proyecto.
"No nos quedamos quietos", afirmó Andrés Felipe Bedoya, secretario de Educación del Tolima. "La Gobernadora priorizó este proyecto y ya garantizó más de la mitad de los recursos, pero necesitamos el apoyo nacional para completarlo", explicó.
¿Por qué es crucial esta escuela?
La nueva sede no solo mejoraría la infraestructura, sino que garantizaría:
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Seguridad para estudiantes y docentes.
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Acceso a educación digna en una zona rural históricamente marginada.
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Equidad, reduciendo la brecha entre el campo y la ciudad.
La comunidad educativa sigue esperanzada. "Nuestros hijos merecen estudiar sin miedo a que el techo se caiga", comentó un padre de familia.
¿Qué sigue en esta batalla por la educación rural?
Mientras se espera una nueva respuesta del Ministerio, la Gobernación explora otras vías de financiación. El mensaje es claro: no abandonarán a los estudiantes de Playarrica.
Este caso refleja un desafío mayor: la necesidad de políticas firmes para la educación rural en Colombia. Si el proyecto avanza, sentaría un precedente para otras regiones con problemas similares.
Un llamado a la acción
La lucha por la escuela de Palocabildo no es solo local; es un símbolo de la deuda histórica con el campo. Mientras las autoridades insisten, la comunidad educativa espera que, muy pronto, sus niños puedan aprender en un lugar seguro y digno. El tiempo apremia, y la educación no puede esperar.
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