Decano de la facultad de Educación de la UT denuncia de nuevo persecución
El decano de la Facultad de Ciencias de la Educación Andrés Felipe Velásquez, emitió un nuevo comunicado denunciando algunas situaciones irregulares que según él están sucediendo al interior del Alma Mater.
Ya el 16 de enero el decano había suscrito la primera queja pública donde incluso llegó a hablar de discriminación racial:
Lea: DECANO DE LA UT DENUNCIÓ PERSECUCIÓN Y RACISMO DEL RECTOR OMAR MEJÍA PATIÑO
A continuación publicamos el contenido completo del actual comunicado:
"Sigue la inaudita arremetida del señor rector de la Universidad del Tolima contra la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad del Tolima! En una actitud sin precedentes que denota arbitrariedad y abuso de poder, el actual rector de la Universidad del Tolima, Omar Albeiro Mejía, se ha ensañado contra esta unidad académica realizando una serie de cambios de personal para desestabilizar los procesos que, bajo la tutela de la decanatura, se han venido llevando a cabo en los últimos años.
Varias de estas decisiones, lejos de contribuir para el bienestar de los procesos de la Facultad de Ciencias de la Educación, pueden llegar a perjudicar lo que se ha venido construyendo con esfuerzo en el plano académico. Por ejemplo, además de cambiar a todos los directores de los programas de pregrado (de las diferentes licenciaturas) de la Facultad, también apartó de sus cargos a los directores de los postgrados, a sabiendas de que algunos de ellos eran profesores de planta y no cobraban ni un solo peso adicional por la labor que venían desarrollando como directores de programa. Como si fuera poco, además de la inexistencia de argumentos presupuestales, desconoció que dichos directores de postgrado ya llevaban procesos muy adelantados para la Acreditación de alta calidad de su(s) programa(s) y para la Renovación de registro. Tal es el caso de la Maestría en Educación y la Especialización en Pedagogía.
En el marco de su insaciable deseo de figuración y de ostentación de poder, no sólo se fue lanza en rastre contra los directores de los pregrados y postgrados de la Facultad de Ciencias de la Educación sino que además cambió al Secretario Académico, colocando en su lugar a una persona inhabilitada para ocupar este cargo puesto que, según lo establecido en el Acuerdo 031 del 91, los (las) representantes profesorales no pueden ocupar cargos administrativos como en este caso aconteció. ¿Acaso esto no es evidencia de una actitud despótica que vulnera la posibilidad de estabilidad y desarrollo de la unidad académica en mención?
No contento con ello, en las últimas semanas terminó su dictatorial obra, lo que le faltaba por cambiar de la Facultad: sacó de su puesto de trabajo a dos secretarias, a personas claves en la gestión de procesos al interior de la Facultad, en la jefatura de departamento y en las salas de mediaciones tecnológicas. En estas últimas el rector decidió ubicar a otra persona sin el conocimiento requerido sobre los programas y softwares especializados con el que sí contaba el funcionario. La semana pasada cambió a la directora del Centro de Idiomas, así como a la encargada de manejar lo referido a los diplomados que la Facultad ofrece como opción de grado y al manejo de las finanzas producto de los convenios realizados.
Además de arremeter contra las personas encargadas de los servicios generales de la Facultad, hoy (9 de marzo de 2017) en horas de la tarde cambió a la Secretaría de Decanatura (encargada de atender correspondencia, llevar la agenda, entre muchas otras importantes tareas diarias de la decanatura) y al funcionario de recepción encargado de gestionar la Administradora de Riesgos Laborales (ARL) para que los (las) estudiantes pudiesen asistir a sus prácticas pedagógicas en las instituciones educativas.
Sin duda alguna, este cambio afectará alrededor de 360 estudiantes que están próximos a iniciar dichas prácticas pedagógicas, quienes se verán perjudicados ya que, tras haberse iniciado el semestre, este proceso de afiliación a ARL se puede prolongar un tiempo no estimado; asimismo, la práctica pedagógica en las instituciones educativas se reducirá de 20 a 12 o 10 semanas. Habría que recordar que el calendario escolar de las instituciones educativas ya está definido y no concuerda con el de la Universidad.
Toda esta hostilidad en la Facultad de Ciencias de la Educación configura un acoso laboral, un ejercicio despótico de autoridad y un abuso de poder. Valdría la pena preguntarle al rector Mejía por qué solo realizó estos cambios en dicha facultad, por qué en ninguna otra facultad de las nueve (9) existentes en la Universidad del Tolima y en el IDEAD hubo cambios tan evidentes, ¿le faltará algo más qué cambiar en la Facultad al rector?, ¿hasta dónde piensa llegar para alimentar su ego?"