
Los cortes de energía se han convertido en una constante que golpea la rutina de Lérida (Tolima). Hogares, comercios y pequeñas industrias reportan apagones frecuentes y, en ocasiones, prolongados, con pérdidas económicas y afectaciones en la vida diaria. El alcalde Luis Carlos Amézquita fue crítico: “En el último mes han aumentado las falencias, con cortes constantes y prolongados. La empresa se escuda en factores como la lluvia o el viento, pero no hay soluciones reales para la comunidad”, señaló.
Frente al descontento, la administración municipal habilitó una Oficina de Atención al Ciudadano y PQRs en la Casa de Justicia. Allí, los usuarios pueden radicar peticiones y reclamaciones y dejar copia a la Superintendencia de Servicios Públicos para garantizar respuestas formales. Según Amézquita, este espacio ya ha recibido más de 350 solicitudes, no solo contra Celsia, sino también frente a telecomunicaciones y otros servicios públicos. “Lo más importante no es solo poner las quejas, sino hacerles seguimiento para que las compañías respondan. Muchas veces contestan de manera superficial y nadie verifica si cumplen”, advirtió.
Más allá de la molestia ciudadana, hay reglas y rutas claras. Por ley, las empresas deben responder las PQR en 15 días hábiles; si la respuesta no llega o no resuelve de fondo, el usuario puede acudir a la Superservicios con recurso de queja y apelación. Es clave guardar el radicado de la empresa para activar esa segunda instancia. Esa trazabilidad es la que permite exigir, y la autoridad cuenta con guías y formatos para hacerlo de forma sencilla.
En el caso del servicio de energía, la regulación de la CREG contempla incentivos y compensaciones por calidad del servicio cuando los operadores no cumplen metas de continuidad (indicadores SAIDI/SAIFI). En términos prácticos, esas compensaciones se reflejan como descuentos en la factura cuando el usuario ha sido peor servido o cuando se superan umbrales definidos en la norma. No es automático: se calcula con base en metas y reportes técnicos del operador y la vigilancia de la autoridad. Conocer ese marco ayuda a los usuarios a pedir lo que corresponde y a las autoridades locales a hacer control político.
En Lérida, además, los daños por vegetación y falta de poda han sido un factor recurrente en los últimos meses, según reportes de medios locales, con conatos de incendio y afectaciones en transformadores que evidencian la urgencia de mantenimiento preventivo en redes. Este tipo de incidentes no solo apagan barrios enteros, también ponen en riesgo a la comunidad y al sistema eléctrico.
¿Qué puede hacer hoy un usuario afectado?
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Radicar la PQR ante Celsia explicando fecha, hora y duración de los cortes, afectaciones (electrodomésticos averiados, pérdidas comerciales) y anexando pruebas (fotos, videos, facturas). Guarde el radicado.
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Si la respuesta no llega en 15 días hábiles o es insuficiente, presente queja ante la Superservicios (Te Resuelvo) adjuntando el radicado y la respuesta de la empresa, si la hubo. La segunda instancia obliga a revisar el caso.
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Verifique si su sector estuvo en mantenimiento programado; cuando la interrupción no es programada o excede lo anunciado, anótelo en la PQR. Celsia publica mantenimientos y mejoras por sector y código de cliente.
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Si hubo daños a electrodomésticos, solicite valoración y reconocimiento. La empresa debe evaluar y, de ser el caso, asumir según lo establecido en la regulación y en sus protocolos internos. (La trazabilidad de voltajes y eventos en la red facilita esa revisión).
Para la Alcaldía, el reto inmediato es ordenar y priorizar la nube de reclamos: consolidar bases de datos con fechas, sectores y duración de interrupciones; cruzar esa información con mantenimientos programados y con registros de bomberos/gestión del riesgo cuando hubo incidentes; y escoger casos emblemáticos (comercios con pérdidas cuantificables, pacientes con equipos médicos en casa, colegios) para pedir medidas correctivas con cronogramas verificables. Transparencia y seguimiento público, con cortes semanales de avances, ayudan a evitar respuestas genéricas.
Del lado del operador, Celsia está obligada a mantener, podar y modernizar tramos críticos de la red y comunicar con anticipación los trabajos. También debe reforzar brigadas cuando hay temporadas de lluvias y eventos climáticos. La compañía dispone de canales de atención y oficinas en Tolima; saturar esos canales con PQR completas y bien soportadas suele acelerar las soluciones.
El trasfondo nacional muestra que la calidad del servicio eléctrico ha tenido mejoras en algunos departamentos y retrocesos en otros. Los informes oficiales comparan metas y resultados por operador. Aun así, el promedio nacional no borra los dolores locales: en municipios como Lérida, la experiencia del usuario es lo que cuenta, y por eso las compensaciones y las rutas de vigilancia existen. Lo que no se mide y no se reclama, no mejora.
Mientras tanto, los habitantes de Lérida mantienen su presión colectiva, con la expectativa de que las reclamaciones documentadas y el control ciudadano se traduzcan en mejoras medibles: menos horas sin luz, menos interrupciones por trimestre, mantenimientos planificados y respuestas de calidad. En palabras del alcalde, “no se trata solo de quejarse, sino de verificar el cumplimiento”. En esa verificación pública y técnica está la llave para que la luz deje de ser un problema y vuelva a ser lo que debe: un servicio confiable, continuo y seguro para los leridenses.
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