Las Hermanas Concepcionistas de La Pola: 90 años elaborando el Cuerpo de Cristo
La Orden de la Inmaculada Concepción es una orden religiosa católica romana de clausura monástica fundada por Santa Beatriz de Silva. Coloquialmente sus miembros se designan con el nombre de «concepcionistas». Cuenta con monasterios en 14 países, 9 de ellos latinoamericanos.
Las Concepcionistas son monjas de estricta clausura, dedicadas a la oración contemplativa. Su hábito consta de una túnica y escapulario blancos, velo negro, capa azul y un medallón en el pecho con la imagen de la Madre de Dios.
En la ciudad musical contamos con 17 Hermanas Concepcionistas Franciscanas. El Monasterio de la Inmaculada Concepción en Ibagué fue fundado hace 90 años, el 11 de mayo de 1927.
La hermana Yurledy León compartió con Rubén Darío Correa.com la historia del Monasterio ubicado en la calle 7ª entre carreras 3ª y 4ª.
Diariamente este grupo de mujeres dedicadas a la contemplación del Señor, elevan diariamente sus oraciones llenas de amor por la humanidad, e interceden ante El, para que su divina providencia nos acompañe siempre.
La generosidad de las personas, las han ayudado a salir adelante. Además, logran sostenerse con la venta de los recortes de ostias, chicharrines, manualidades y artesanías que ellas mismas elaboran.
“Nuestra vida es ora y labora como decía San Benito. Así nos mantenemos: trabajamos y oramos. Nuestro día está muy ocupado porque siempre estamos en un horario de oración y trabajo” manifiesta la hermana León.
Y es precisamente la labor de ser las transformadoras del Cuerpo de Cristo lo que las hace más reconocidas. Los tradicionales recortes de ostias son infaltables durante la Semana Santa.
Sin embargo, las hermanas concepcionistas de La Pola consideran que el principal servicio que prestan es el de la escucha: “Las personas vienen con inquietudes, problemas y los depositan en nuestras oraciones y nosotros con mucho gusto rezamos por ellas”.
En esta semana santa, las hermanas concepcionistas contaron con un gran número de visitas y por supuesto con el gran acompañamiento brindado por los ibaguereños de buen corazón, quienes hacían sus donaciones en alimentación o muy bien económicamente, acto en el cual las hermanas les ha dado la fortaleza para seguir en esta casa de Dios, realizando sus intenciones por los buenos corazones.
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