Domiciliaria para kinesiólogo que presuntamente abusaba de sus pacientes en Ibagué
Uriel Zapata Ortiz, de 67 años de edad, de profesión kinesiólogo, fue cobijado con medida de aseguramiento domiciliaria por su presunta responsabilidad en la conducta de acto sexual violento, del que habría sido víctima una paciente suya en hechos ocurridos en noviembre del año pasado en Ibagué (Tolima).
El hombre fue detenido, el 20 de febrero en curso, por investigadores del CTI adscritos al grupo de delitos sexuales en coordinación con la Policía y el Ejército Nacional en el barrio Cutucumay de la capital tolimense.
Los hechos que indaga el ente investigador ocurrieron, según la denuncia, donde el asegurado atendía a sus pacientes en un consultorio improvisado en el mismo lugar en el cual residía. Allí, también se produjo su captura.
El 2 de noviembre, día de los hechos, fue a cumplir su cita una mujer de 22 años, quien consultaba por un dolor en una mano, procediendo presuntamente a desnudarla y realizarle tocamientos de índole sexual ejerciendo la fuerza física sobre ella para poderla doblegar.
Cabe anotar que el procesado cuenta con otro proceso activo por hechos similares en otra ciudad.
Denuncian presunto abuso sexual por parte de un Kinesiólogo de Cutucumay en Ibagué
Según conoció La Cariñosa 1420 AM, una situación causó consternación entre los habitantes del sector de Cutucumay en la capital del Tolima donde un hombre llamado Uriel Zapata, habría sido acusado por su paciente y víctima de tocamientos indebidos aprovechándose de su calidad de especialista en una revisión de rutina.
Los hechos habrían tenido lugar el 2 de noviembre de 2022m cuando la joven de 22 años habría tenido un percance en una de sus manos, situación que le obligó a buscar una persona que le pudiera tratar la dolencia de manera rápida, pero lo que no sabía es que viviría un horror durante el proceso de consulta donde el Kinesiólogo le habría pedido quitarse la ropa para atenderla mejor.
“Fui por un dolor en la mano y él me dijo que ese dolor estaba asociado a un problema en mi espalda, por lo que me ofreció hacerme un masaje terapéutico, situación a la que accedí confiando en su profesionalismo. Me pidió que me desvistiera porque según él habría mejor valoración así y posterior a eso me hizo acostar boca abajo. Una vez en esa posición, me dijo que me pusiera boca arriba; le dije que no, porque sentía pena, pero me insistió en que me pusiera una toalla, una vez me volteé, me quitó la toalla y empezó a manosearme, fue muy horrible ese momento”, aseguró la joven ibaguereña.
Una vez ella puso esta situación en conocimiento de su jefe inmediato, éste le sugirió ir juntos hasta la red de mujeres de Ibagué y el Tolima; allí pudo recibir orientación psicológica y jurídica, situación que la hizo entrar en razón e ir a interponer de manera oficial el denuncio hasta la Fiscalía, situación que finalmente quedó bajo investigación para esclarecer los hechos.
“Me sentí abusada y muy afectada por esta situación, así como me pasó a mí le pudo haber pasado a cualquiera, por eso si hay más víctimas de este señor las invito a que denuncien”, agregó la afectada.