
El departamento del Huila se ha consolidado en los últimos años como un territorio estratégico para la protección del medio ambiente en Colombia. Actualmente ocupa el segundo lugar a nivel nacional en número de Reservas Naturales de la Sociedad Civil inscritas en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP), con un total de 160, lo que equivale a más de 10 mil hectáreas destinadas exclusivamente a la conservación de ecosistemas estratégicos.
El municipio de San Agustín se ha posicionado como líder en el departamento, con 58 reservas registradas, cifra que resulta significativa si se tiene en cuenta que en esta zona se encuentran ecosistemas de gran importancia como los bosques andinos, que sirven de hábitat para especies de flora y fauna únicas en el país.
Le sigue Santa María con 20 reservas, un municipio que ha desarrollado una fuerte vocación de conservación, mientras que en términos de extensión territorial destacan localidades como El Agrado, Aipe y Gigante, donde los predios privados han destinado amplias áreas para la protección ambiental.
De acuerdo con Carolina Matéus Gutiérrez, representante de Parques Nacionales Naturales de Colombia, el Huila se ha convertido en un modelo de conservación. No solo se trata de preservar ecosistemas a nivel local, sino también de garantizar servicios ambientales esenciales para todo el país, como la regulación del agua, la captura de carbono y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Uno de los elementos más relevantes de este proceso ha sido la articulación entre propietarios de predios, comunidades rurales y autoridades ambientales. Gracias a este trabajo conjunto, se han logrado consolidar corredores de conservación que permiten la conectividad entre diferentes ecosistemas, facilitando el tránsito y supervivencia de especies de fauna silvestre.
Esto incluye aves migratorias, mamíferos y reptiles que dependen de estos espacios para mantener sus ciclos vitales. Además, estas reservas funcionan como escenarios de educación ambiental, turismo de naturaleza y proyectos de investigación científica que fortalecen el conocimiento sobre la biodiversidad del departamento.
El Huila, además de ser reconocido por su riqueza cultural e histórica, empieza a consolidar su nombre como un referente ambiental. La existencia de estas reservas no solo protege la biodiversidad, sino que también ofrece alternativas sostenibles de desarrollo económico para las comunidades.
Actividades como el ecoturismo, la observación de aves y la producción de bienes y servicios con enfoque ambiental generan ingresos a las familias rurales y contribuyen a mejorar su calidad de vida sin poner en riesgo los ecosistemas.
El reto ahora es continuar fortaleciendo estos procesos, ampliando las áreas de conservación y garantizando que los esfuerzos de los huilenses sean respaldados con políticas públicas y recursos suficientes.