
Avanza búsqueda forense de cuerpos en cementerios y fosas irregulares del Huila
En el departamento del Huila, la desaparición de personas continúa siendo una herida abierta. De acuerdo con cifras oficiales, alrededor de 1.557 personas siguen registradas como desaparecidas, situación que mantiene en alerta a las autoridades humanitarias y forenses que, en articulación con entidades estatales, adelantan intensas labores de búsqueda y caracterización en varios puntos del territorio.
La esperanza de las familias que llevan años preguntándose por el paradero de sus seres queridos se renueva cada vez que un hallazgo da paso a la posibilidad de identificación.
La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), liderada en el Huila por el coordinador Diego Sevilla, ha venido desarrollando intervenciones técnicas en cementerios y otros sitios donde, históricamente, se presume podrían estar enterradas víctimas del conflicto armado.
Las acciones no solo se concentran en espacios convencionales como tumbas numeradas, sino también en lugares precarios e irregulares, como fosas comunes, baños o terrenos baldíos, donde en su momento se ocultaron cuerpos sin ninguna documentación ni registro oficial.
“En el departamento del Huila, las personas desaparecidas son alrededor de 1557, el fenómeno de la desaparición se encuentra lamentablemente en todos los municipios del departamento. Muchos lugares de interés forense están en campo abierto en las zonas rurales, pero en muchos de los cementerios de los municipios hay personas no identificadas”, indicó Diego Sevilla.
En Neiva y Pitalito ya se han venido realizando las primeras intervenciones forenses, donde se exhumaron cuerpos sin identificar y se recolectó información que podría ser clave para esclarecer el destino de muchos desaparecidos. Sin embargo, los esfuerzos continúan en otros municipios donde se han identificado nuevos puntos de interés forense.
“Y es que en algunos cementerios estos cuerpos están en riesgo, y no podemos permitir que estos cuerpos desaparezcan porque precisamente esas personas deben ser identificadas para ser entregadas a sus familias. Estamos haciendo un trabajo muy fuerte de caracterización en distintos cementerios como Aipe, Tello, Baraya, Colombia, San Agustín, Isnos, Gigante, Garzón y La Plata”, agregó Sevilla.
Allí, los equipos técnicos y científicos trabajan con herramientas especializadas con el propósito de caracterizar estas zonas de interés en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas.
“Anteriormente existían muchas prácticas del conflicto que no eran muy buenas para la preservación de los cuerpos, anteriormente eran depositados en fosas, en tierra, hoy por el contrario existen algunos lineamientos como que los cuerpos se deben preservar, deben estar bóvedas, individualizados”, puntualizó Sevilla.
Uno de los principales desafíos radica en las condiciones de inhumación. Muchos de los restos fueron enterrados sin ningún protocolo, en sitios improvisados, y expuestos al deterioro por el paso del tiempo o por la intervención humana y natural. Esto dificulta su conservación y análisis, por lo que el trabajo forense se convierte en una tarea meticulosa y de largo aliento.
A pesar de ello, los equipos en terreno avanzan con dedicación y compromiso, conscientes del valor humano y simbólico que representa cada cuerpo identificado.
El trabajo de la UBPD no se limita a la exhumación. Paralelamente, se desarrollan jornadas de toma de muestras biológicas a familiares, encuentros de diálogo para recopilar relatos y denuncias, así como la actualización de bases de datos con información clave para el cruce genético y documental.
De igual forma, se promueve la entrega digna de cuerpos cuando se logra establecer la identidad, permitiendo así que las familias cierren un ciclo de incertidumbre que en muchos casos ha durado décadas.
“Nos hemos encontrados algunos cuerpos que están en fosas, en tierra, algunos ya han sido expuestos o que han sido intervenidos sin prácticas forenses, por lo que estamos verificando si esto está pasando en nuestros cementerios para colocarlo en conocimiento de las autoridades y realizar todo el proceso”, indicó Sevilla.
En el Huila, la búsqueda de desaparecidos continúa siendo una prioridad humanitaria. Las cifras reflejan la magnitud de una tragedia que aún no termina, pero también el compromiso de instituciones como la UBPD por enfrentar el pasado con verdad, justicia y reparación. Cada cuerpo hallado, cada historia reconstruida y cada familia que recibe a su ser querido, representa un acto de memoria que dignifica a las víctimas y fortalece la paz territorial.