Nelly Ramírez, perteneciente a una conocida familia de Ibagué, junto a su esposo Gustavo Rojas Correa (hijo del general Gustavo Rojas Pinilla), fueron quienes hace varias décadas iniciaron el comercio de la exhibición de películas en la capital del Tolima, a través de los teatros Metropol, Avenida, Doral, Julio César, Imperial y Real.
El célebre grupo de cinemas identificados como el “Circuito Ramírez”, durante más de medio siglo exhibió las maravillas del entonces incipiente séptimo arte, buscando a través de las pantallas gigantes mantener a los ibaguereños al tanto de las creaciones vanguardistas de Hollywood y demás estrenos mundiales.
Sin embargo, hoy día en la era digital, son pocos los ibaguereños que recuerdan o saben que en Ibagué funcionó una sala de cine llamada “Cinema Imperial” ubicada en la calle 12 entre las carreras 3ª y 4ª.
Sus instalaciones se convirtieron en un Parqueadero de Vehículos que denota el paso de los años y que además de conservar el desusado nombre del establecimiento también resguarda allí la antigua máquina de proyección.
Juan Carlos Guzmán es el Valet Parking de este parqueadero al frente de la Notaria Sexta y pese a su juventud, es el encargado de contar una y otra vez a quienes al dejar bajo su cuidado sus carros, se interesan en la estructura de este viejo edificio, que allí se encuentra sepultada la historia de un gran teatro.
El Cinema Imperial fue fundado en el año de 1948. En él los ibaguereños pudieron disfrutar de los éxitos taquilleros de la época como “El puente sobre el Río Kwai” (1957).
Sin embargo, lo filmes preferidos de propios y visitantes del lugar eran las producciones mejicanas. Jorge Negrete, Pedro Infante, María Félix y por su puesto Mario Moreno ‘Cantinflas’ desfilaron frecuentemente ante los ojos ávidos de emociones de los cinéfilos de entonces.
Incluso este último, ‘Cantinflas’, el 8 de diciembre de 1973 visitó la capital tolimense en compañía del entonces embajador de México en Colombia, Víctor Manuel Barceló Rodríguez, invitado por el padre Pedro María Idrobo, a quien había tocado su corazón con el filme ‘El Profe’ y por cuya intermediación el Gobierno Nacional le diera a ‘Cantinflas’ el grado de ‘Maestro Honoris Causa’.
El actor mejicano trajo consigo los carretes con la copia de la película que en Colombia no se conseguían para ese entonces y fueron exhibidos por primera vez en el Cinema Imperial con éxito total.
No obstante, con la llegada de los grandes conglomerados del cine a Colombia, la economía de los cinemas tradicionales de Ibagué se vino a menos, lo que motivó el cierre uno a uno de todos los establecimientos del Circuito Ramírez.
Aunque pudo resistirse a los primeros embates, el Cinema Imperial dio su última función y cerró definitivamente sus puertas el 13 de mayo de 1990 y pretendiendo quedar al menos en el recordatorio colectivo que en ese lugar funcionó alguna vez un gran teatro, le heredó al parqueadero su nombre: “Parqueadero Cinema Imperial”.
Escuche la entrevista completa a Juan Carlos Guzmán, el Valet Parking del “Parqueadero Cinema Imperial”:
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