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Jhon Ferley Amaya - imagen suministrada
10 Abr 2017 02:00 PM

UN SANTOS MUY MADURO

Alerta
Tolima

A propósito de la semana mayor, época en la que se celebra la muerte y resurrección de Jesucristo por parte de quienes nos consideramos cristianos, y con ella, el descanso de algunos, de reencuentro de otros y el paseo de muchos; Semana Santa se convierte, sin lugar a dudas, en una época anhelada por todos los Colombianos. Sus días, también bautizados con el sinónimo de venerables o santos, son los días más queridos por quienes desde hace un tiempo atrás, ya tienen planeado descansar de sus compromisos laborales o académicos y darse un respiro; podríamos decir que los días santos de esta semana, son los santos más amados por los Colombianos.

Pero no por el hecho de reencontrarnos con la fe cristiana en esta época, por celebrar el sacramento de la eucaristía con mayor devoción, o por estar agradecidos con los santos días de descanso de esta semana, todos los santos son bienvenidos para nosotros; quizás el único santos que no es bien visto aun, es el Nobel de Paz y Presidente de los Colombianos, Juan Manuel Santos. Un Santos muy Maduro, y no maduro porque me refiera a que haya alcanzado un estado de desarrollo adecuado, como lo señala el significado del Diccionario de la Real Academia Española, a Maduro me refiero, porque vemos cada vez más, el parecido con su homólogo venezolano Nicolás Maduro.

Según el presidente de la República, el pesimismo económico es ahora, según él, y al mejor estilo de Maduro, culpa de los medios de Comunicación, y no de su pésima gestión entorno a la economía del país; ignorando así, que en sus dos periodos presidenciales, Colombia ha atravesado un proceso gigantesco de desindustrialización, que ha hecho que exista fuga de capital e inversionistas, una destrucción paulatina del sector industrial,  que no ven mejor camino, que trasladar sus fábricas hacia algún país vecino, con mejores condiciones en materia tributaria; generando un aumento en las cifras de desempleo, disminuyendo el PIB y así,  empeorando la situación económica del país;  recordamos aun como los laboratorios Bayer, la productora de llantas y neumáticos  Icollantas – Michellin, la fábrica Modelez (encargada de fabricar los chiclet Adams, trident y Sparkies), la Compañía Colombiana de Automotriz (ensambladora de los autos Mazda) entre otras decenas de empresas, no tuvieron otro camino que irse del país, ante la malas políticas económicas del único Santos que no es bien visto por estos días de semana mayor, Juan Manuel Santos.

Pero como si esto no fuera suficiente, el presidente en su reacción, pretende hacer responsable a los medios de comunicación de un aumento desproporcionado de la carga tributaria en los bolsillos de los trabajadores colombianos, de una pérdida continua en la capacidad adquisitiva de las familias y hogares del país, el Presidente pretende con ello, culpar a los medios de la responsabilidad política que implicó la imposición de sus reformas tributarias, y librarse así mismo de su pésima capacidad para maniobrar las riendas del país, en cuanto a estabilidad económica se refiere.  No contento con ello, pretende ahora, manipular, como es de sus costumbres, la manera como los medios de comunicación deben de desarrollar sus noticias, lo que prende de nuevo las alarmas, ya que ello significaría la manera más abierta de la censura por parte del ejecutivo en Colombia, practica muy común de las dictaduras como es el caso de Venezuela.

Con esto, más las también acostumbradas salidas en falso como las “vacunas contra el tuétano o el anti-rabia”, nuestro no muy estimado Santos, cada día más se parece a los “libros y las libras” o a la “multiplicación de penes” del Dictador Maduro.