Practicar deporte ayudó a Picapiedra Castilla a soportar graves quemaduras que ahora tratarán en Bogotá
A medida que pasan las horas, en medio de la delicada situación por la que atraviesa el exfutbolista Pedro Joaquín Castilla, con quemaduras en el 43 por ciento de su humanidad, se conocen pequeñas noticias motivadoras que hacen crecer la esperanza de una pronta recuperación.
La primera de ellas, es que de una manera rápida se logró que el Hospital Simón Bolívar de Bogotá le diera una cama en su Pabellón de Quemados donde recibirá atención especializada; este jueves será trasladado a las 10 de la mañana. Es mejor opción para la familia que Barranquilla donde lo iban a remitir inicialmente.
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Lo segundo, es que según su hija María José, los médicos le informaron a la familia de algunos signos positivos en la recuperación del deportista de 63 años, como desinflamación, cambio de color benigno en la piel, evolución respiratoria, leve mejoría en órganos internos, entre otros, que han aflorado con el pasar de las horas.
"Los médicos exaltaron su buena condición física y su resistencia a la hora de afrontar esta grave situación. Mi papá antes del accidente se cuidaba al máximo, dormía bien, hacía mucho ejercicio, cuidaba su peso y alimentación y eso le ha ayudado a que esté con vida, damos gracias a Dios por ello", expresó María José.
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La hija del exdelantero Pijao también destacó la solidaridad de todos los tolimenses; informó que la Caja de Compensación Comfenalco destinó un auxilio para cubrir varios gastos que ha demandado esta situación al tiempo que compañeros de trabajo de han reportado con ayudas efectivas.
Se conoció que Picapiedra Castilla había planeado pasar la noche del Año Nuevo en compañía de sus hermanos y su hija en el sector de Gualanday; sin embargo por el infortunio no pudo asistir a la cita.
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Mientras realizaba el sahumerio tradicional horas antes en su casa del barrio El Carmen sufrió las quemaduras relacionadas al explotarle en sus manos un tarro de gasolina después de hacer contacto accidental con una chispa.
El fuego le quemó uno de sus brazos, el tórax, la cintura y una pierna; levemente en su rostro también tuvo algunas consecuencias. Fue clave la intervención de algunos vecinos y un hermano que apagaron el fuego con ayuda de un extintor.
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Ahora, desde mañana, el tratamiento de las lesiones del exdelantero del Nacional, Santafé y Deportes Tolima estarán en las manos especializadas de facultativos del Simón Bolívar en la capital del país.
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