29 Mar 2017 07:39 AM

Política y… Minería

Alerta
Tolima

La consulta popular minera en Cajamarca, donde abrumadoramente ganó el no, es una clara muestra de que la gente opta por la no explotación de un metal tan codiciado por el mundo como lo es el oro y prefiere su propio tesoro líquido que les permitirá seguir llevando una vida simple pero llena de pequeñas satisfacciones diarias.

La minería no es mala. Es más el mundo actual es posible gracias a los recursos minerales que se explotan. El oro y la plata fueron en algún momento de la historia metales con los cuales se pagaban productos entre naciones. La plata que los españoles extrajeron de sus colonias en América termino casi toda en las arcas del emperador chino a cambio de bienes como la seda, porcelana o te.

El oro siempre ha sido considerado uno de los metales preciosos más valorados por el ser humano. No solo para pagar sino también para lucirlo.

En algunos países de Asia y Oriente medio se utiliza para adornar las manos y cuerpo de mujeres y hombres, siendo este metal de gran aprecio entre sus habitantes por su belleza y trabajo artesanal.

En el mundo existen minerales raros que nos han permitido obtener beneficios tecnológicos sin los cuales nuestras vidas serían más simples y tal vez mucho más cortas.

China es el país del mundo donde metales raros como Gadolinio, el Tulio, y el Cerio entre otros son explotados con mayor intensidad, ya que las minas de estos están en su mayoría en el país asiático. Por nada dijo Deng Xioping que “el medio oriente tenía el petróleo pero China los minerales raros.” Nada más cierto pues este país suple más del 95 por ciento de estos al mundo, tan necesarios para toda la industria tecnológica y electrónica actual.

Siempre se va a necesitar de la minería para poder avanzar no solo como país sino como humanidad.

Las minas de cobre en Chile han hecho próspero al país Sur Americano como también lo han hecho las minas de oro, hierro y carbón en Australia.

Claramente la minería no es un problema. El problema radica, como casi siempre, en ese gran invento del ser humano llamado corrupción política.

Muchas personas pensarían distinto acerca de la minería si en nuestro país las regalías fueron justas y no tan desproporcionalmente en favor del sector privado. También queda mucho que desear en cuanto al medio ambiente, porque como ciudadanos sabemos que el impacto medioambiental es tan grave que no bastaría todo el oro o carbón o petróleo que saquen para poder mitigar tal acontecimiento.

El impacto social es otra de las dificultades que fatigan; sabemos que la llegada de dinero en grandes cantidades a una región conlleva a que muchos males como la prostitución, la drogadicción y bandas criminales, junto con los elevados precios de la comida como de vivienda, hacen que muchas personas se vallan de sus pueblos, creando desplazamiento.

Los colombianos conocemos que esto es una realidad. Solamente hace falta escuchar a un representante de la multinacional que tiene interés de explotar la mina en Cajamarca para referenciar un poco lo arriba dicho. El Señor Carlos Hernando Enciso, gerente de asuntos corporativos de la Empresa dijo: “Se le hizo aportes a casi todos los partidos políticos, salvo el Polo Democrático y el Partido Verde...Nos preocupa mucho que puedan llegar gobernantes que no tengan cómo justificar su acceso al poder”.

La minería ha sido un aliado del ser humano desde el principio. Pero mientras los corruptos se hagan elegir con la plata de sobornos y aportes ilegales, no es bienvenida. Tal es el caso de Colombia y nunca debería de permitirse la minería.