Los datos sobre educación no suscitan suficiente interés entre los ciudadanos en general, es una de las conclusiones a las que se puede llegar en los actuales momentos. Me refiero a las estadísticas sobre matrícula, a las cifras sobre población que no asiste a las aulas a pesar de estar en la edad para el estudio, a datos sobre eficiencia interna de nuestro sistema escolar.Según cifras disponibles sobre estudiantes que pierden el año o que abandonan las aulas en el curso de un año escolar, hay situaciones que debieran suscitar alarma o reacciones de las personas interesadas en los temas educativos. Aún más en los mandatarios y candidatos a la gobernación y las alcaldías.
En el año 2017, sobre el cual se dispone de datos estadísticos de eficiencia interna, en el Tolima, tanto en los 46 municipios no certificados y en Ibagué, el total de estudiantes que perdieron el año escolar, es decir, que reprobaron el grado que cursaban y los que desertaron en ese año, llegaron a la cifra de 24.717, lo cual es escandaloso.
Pero hay un dato al cual pocas veces se le ha puesto cuidado. Me refiero a la repitencia, a los estudiantes que , por haber reprobado o perdido el año escolar, repiten el mismo curso en el año siguiente o posteriormente.
Es bueno y necesario hablar de estos temas y datos, cuando en los establecimientos educativos se acerca la finalización del años escolar y se vive en las aulas, muchos momentos de evaluación de los aprendizajes de los estudiantes , para definir si pasan a otro grado o reprueban.
La reprobación o pérdida del año escolar tiende a disminuir en los últimos 4 años, tanto en los municipios no certificados como en Ibagué, lo cual es un dato bueno. Porque es la reprobación la que causa de inmediato la repitencia escolar.
Ocurre que, tanto la reprobación como la repitencia, debieran desaparecer como fenómenos educativos. No hay suficientes razones que justifiquen la repitencia, por lo tanto, una de las consignas que cada docente debiera tener en su mente, en esta época del años escolar, es la de evitar la reprobación de sus estudiantes para que disminuya la repitencia de grados .
Esa repitencia, en el año 2016, ya estaba por debajo del uno por ciento en los 46 municipios certificados. Pero, al comparar este indicador con la reprobación, los datos nos dicen que no todo estudiante que reprueba se matricula como repitente en el año escolar inmediato y eso si es grave.
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