El origen de las groserías es imposible saber quién fue el primero en gritarlas, pues seguramente se inventaron mucho antes que existiera la escritura y por ende no queda registro.
Desde tiempos inmemorables se replica estas palabrotas para ofender a alguien, o simplemente para desahogarnos de algo, por ejemplo, de un golpe en el dedo chiquito del pie contra la mesa, la grosería es como esa liberación que dependiendo del momento e intención así mismo se escucha la inflexión de voz de las palabras de grueso calibre que se emiten, es una energía que se escapa cuando la necesitamos.
En estos momentos de contenidos digitales y de transmisiones en vivo, por múltiples plataformas, la censura no se ve por ningún lado, todos pueden encender su cámara, transmitir, emitir o realizar un programa donde los madrazos van y vienen sin ningún pudor.
Es cierto que ninguno de nosotros somos santos, o completamente decentes, todos al menos una vez en la vida hemos echado un madrazo con gusto, pero de ahí a que las palabrotas retumben en cada entrevista, frase o chiste, ya saturan y cansan, o al menos a mí me pasa.
Actualmente en plataformas como YouTube, Twitch y otras redes sociales, generadores de contenido exponen sus proyectos, con o sin invitados especiales, donde el lenguaje explicito es protagonista, espectáculos como “The Juanpis Live Show” ,llenan teatros, donde entre chistes, madrean y putean a todo el mundo, lo curioso es que la gente paga para ir a oír groserías en medio de las entrevistas, y que maltraten verbalmente a los espectadores, entre risas , van y vienen palabrotas y la gente es feliz.
Otro fenómeno de humor negro llamado “Fuck News” , llenan teatros en distintas ciudades del país, donde los madrazos son el condimento que se entrelaza entre noticia y noticia que van desglosando, sin contar con las ofensas que frente al espectador les dicen, en su propia cara, la gente se queja de falta de respeto y demás cosas a diario, pero es increíble cómo se llenan estos escenario para ver estos shows, lo cual me lleva a pensar que la gente si le gusta un buen madrazo, que se burlen de las desgracias, quizás sea un detónate de risa, y por eso el catalizador de la patanería lo utilizan tanto entre carcajadas.
Por la plataforma Twitch por estos días un famoso streamer , se volvió viral por algo de mal gusto, habló pestes de la ciudad de Ibagué con su lenguaje callejero y ramplón ofendió a toda una ciudad, palabras que son repulsivas, y no solamente en ese video que seguramente ya llego a sus manos, no diré el nombre de este personaje porque para mí no vale la pena resaltar gente grotesca que no aporta mayor cosa, así tenga millones de seguidores y millones en sus bolsillos, deja mucho que desear su educación.
Los miles de seguidores con los que cuenta, se tienen que aguantar el montón de insultos que brotan de su boca, palabras soeces y ofensivas con las cuales se refiere a ellos mismos.
Me pregunto ¿Qué tanto les gusta a estos seguidores que los madreen y los ofendan de mil formas y en sus propias pantallas?
La vulgaridad también ha llegado a las canciones urbanas, en las cuales el madrazo más popular de todos “Hp”, suenan al ritmo del dembow en diferentes reggaetones, pareciera que fuera el condimento que le de sabor al flow, ¿dónde quedo la creatividad para componer algo diferente?, y lo peor es que la sociedad permite esto.
Cuanta falta hacen hoy en día los valores, se han debilitado, pareciera que fueran anticuados, hoy todo el mundo quiere todo fácil, rápido, faltando al respeto en muchas ocasiones y con la concepción de que cada quien puede opinar y decir lo que se le antoje y obviamente tienen todo el derecho, pero qué bueno que lo hicieran con respeto, sin ofensas, sin insultos, y sin que la grosería se vuelva infaltable.
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