2 Mar 2017 11:13 PM

EL TITÁNIC Y EL ICEBERG… DE LA POLÍTICA TOLIMENSE

Alerta
Tolima

En el basto océano de la política Tolimense, al igual que el basto océano atlántico, donde se desarrolló la conocida historia de la tragedia del que fuera considerado el barco de línea más grande y seguro del mundo, podemos hacer innegables comparaciones y vislumbrar ciertas consecuencias, pero solamente si el papel de Iceberg es bien preparado por los entes de control, donde algunos personajes y público político entrarían a un corto periodo de angustia así como desaliento, después de un largo periodo de deleite, terminando en la muerte (política en este caso) de muchos de sus clientes.

El Titanic, que zarpó desde Southampton el 14 de Abril de 1912 se creía era invencible, capaz de navegar el océano atlántico con toda la certeza de que pasara lo que pudiese pasar, este inmenso barco de lujo podía soportar muchas tormentas y llegaría a su destino final con bombos y platillos.

Pero no fue así. Un iceberg (témpano de hielo) cruzó su camino y con asomarse, hizo que el gran barco sucumbiera ante la realidad de que eso era mucho más grande de lo que este podía  maniobrar y no quedaba más remedio que esperar el efecto de este encuentro que como sabemos todos, terminó en el detrimento total del navío y la muerte (literalmente) de la gran mayoría de viajantes de esta casa flotante.

En el océano de la política tolimense también se está viviendo una “gran tragedia”: los “titánicos” grupos políticos seguían surcando los periodos de mandato y gozando de las mieles del viaje sin ninguna angustia más que poder llegar al final del destino para poder empezar un nuevo viaje de cuatro años sin mayor preocupación. Pero así como el charco atlántico hace parte del mundo acuático de la tierra, donde hay otros mares más grandes y obstáculos ocultos, también para el charco de la política tolimense aparecen otros océanos.

Desde la capital de la república se está asomando un iceberg para poder hacerle control político e institucional a estas casas políticas flotantes, y ya estamos en el momento de la colisión. Los iceberg de la fiscalía, y tal vez ahora también la procuraduría, estas poniendo nerviosos a la clientela y tal vez no alcanzaran los botes salvavidas para que todos puedan salir salvos de este peligro.

Las investigaciones que adelantan los entes de control sobre los fallidos juegos nacionales ya han cobrado algunas víctimas y por supuesto que seguirá cobrando más. Los acontecimientos de esta semana, donde el actual gobernador y un ex gobernador fueron llamados a los estrados judiciales dan muestra de que este iceberg es uno de proporciones interoceánicas, donde no solamente en el Tolima sino en varias regiones del país, casas políticas flotantes se están estrellando contra estos gigantes, que aunque dormidos e ignorados por los sabios capitanes de la política, esta vez no han podido evitarlos y esto muy seguramente traerá resultados parecidos a la tragedia del gran navío.

Los icebergs juegan el papel de inmutables y poderosos entes de control que aunque no pueden ser muy flexibles y dan muestra de no hacer daño si se saben navegar, también pueden ser fatales si se encuentran de frente con ellos. La fiscalía es el gran iceberg con el cual chocaron las casas políticas flotantes del Tolima y aunque esperamos y sabemos que  al igual que el Titanic, no todos sus ocupantes (políticamente) mueran, por lo menos, al igual que los inquilinos del gran barco Inglés que llevaba a la mayoría de la clase dominante de Europa occidental en su momento, nos deje enseñanzas que perduren por lo menos 100 años, para que alguien hable de este momento histórico de Ibagué y el Tolima.