Así lucen los palcos de la corralejas del Guamo en la actualidad.
Autoridades intentaron incautarla, pero fueron expulsadas por la fuerza.
El municipio de El Guamo, en el suroriente del Tolima, se prepara para realizar una nueva edición de sus tradicionales corralejas, previstas entre el 20 y el 30 de junio. Sin embargo, las festividades ya están envueltas en una grave controversia ambiental y legal: los palcos, desde donde cientos de personas presenciarán los espectáculos taurinos, están siendo construidos con madera ilegal, la misma que fue incautada por la Corporación Autónoma Regional del Tolima (Cortolima) y la Policía, pero que nunca se pudo retirar del sitio por razones logísticas y actos de violencia contra los funcionarios.
Los hechos se remontan al 22 de mayo, cuando un operativo conjunto entre Cortolima y la Policía Nacional permitió localizar un cargamento de 3.387 piezas de madera en un predio del barrio San Martín, en pleno casco urbano de El Guamo. La denuncia anónima recibida por las autoridades indicaba que esa madera sería usada para construir los palcos de las corralejas, sin contar con los permisos ni salvoconductos exigidos por ley.
Tras verificar el estado del material y la documentación en sitio, Cortolima concluyó que se trataba de madera de origen ilegal. El informe señaló que no se acreditó la legalidad del recurso forestal, y que además se encontraba en condiciones físicas deficientes, sin tratamiento técnico ni trazabilidad. La corporación procedió a imponer una medida de aprehensión preventiva, con el objetivo de incautar y trasladar el material a un centro de custodia.
No obstante, esa diligencia no se pudo concretar. Inicialmente, las autoridades alegaron dificultades logísticas para transportar una carga de tal magnitud. Días después, al regresar el 29 de mayo para ejecutar el decomiso, el operativo se vio frustrado por la intervención de terceros que impidieron el ingreso al predio. Uno de ellos, identificado como Nelson Enrique Prada Mendoza, aseguró ser el celador del terreno e instaló cadenas y candados en el acceso principal.
En el lugar también se encontraba Fernando Aldana, representante legal de la empresa Taurinas de la Costa, encargada de organizar las corralejas. El empresario presentó algunos documentos para acreditar la legalidad del material, pero estos presentaron inconsistencias graves, según Cortolima. Entre ellas, figuraban salvoconductos emitidos por Corantioquia (una autoridad ambiental de otra región) pese a que el documento indicaba como competente a la CVS, además de diferencias entre las especies y cantidades descritas frente al material encontrado, y fechas desactualizadas con destinos que no correspondían al municipio de El Guamo. construida a la vista de todos, en un evento financiado y promovido localmente.
La situación se tornó aún más tensa cuando varias personas que trabajaban en la construcción de los palcos interrumpieron la diligencia de forma violenta. Según el reporte oficial de Cortolima, parte del material incautado fue incinerado y el resto fue retirado a la fuerza por los mismos trabajadores. Además, se presentaron amenazas verbales contra los funcionarios ambientales y policiales, lo que obligó a suspender el procedimiento anticipadamente por riesgo a la integridad del personal.
Pese a la gravedad del hecho, al día de hoy la madera permanece en uso. Cortolima confirmó que al menos el 80 % de las piezas que intentaron decomisar fueron utilizadas para construir los palcos, que ya están casi terminados. La estructura se ubica en el mismo predio del barrio San Martín y será el centro del evento en pocos días.
“La madera no tiene soporte técnico ni legal para su utilización. Se usó de manera indebida a pesar de la medida preventiva impuesta por la autoridad ambiental”, precisó Cortolima en su informe.
El caso ha despertado múltiples interrogantes. ¿Por qué la Policía no garantizó la ejecución completa del decomiso? ¿Qué papel ha jugado la Alcaldía de El Guamo en medio de esta situación? ¿Cómo es posible que se permita avanzar con una obra de uso público basada en material ilegal, sin garantías de seguridad?
Hasta el momento, ni la administración municipal ni la empresa organizadora se han pronunciado oficialmente. Entre tanto, Cortolima estudia acciones legales, mientras crece la preocupación por las condiciones de seguridad de los palcos y el precedente que deja este caso: el de una estructura ilegal,
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Fuente
Alerta Tolima
