Jairo Lizarazu líder de esta barrio de la comuna nueve en la ciudad de Ibagué, señaló que desde que se habilitaron las obras de la nueva cárcel de Picaleña y estas fueron terminadas, se comenzaron a presentar varias complicaciones por el rebose de aguas negras por las calles aledañas al centro penitenciario donde permanecen recluidos cerca de 8 mil internos, acorde al registro que se maneja por parte de las autoridades.El problema, según lo manifiesta el líder de esta comunidad, radica en que las redes de alcantarillado de la cárcel, fueron conectadas en la red que ya era usada por los habitantes de este sector, situación que generó de a poco un colapso que provocó que se fuera deteriorando la red, al punto que desde hace un mes aproximadamente se empezó a sentir con más fuerza esta situación.