Los equipos tecnológicos que le permiten apreciar el universo por 1.000 pesos
Maicol calderón, un estudiante de astronomía y amante por su profesión es una joven de 27 años de edad a quien el universo lo llevo más allá a estar hoy en día enamorado de lo que hace.
Desde los 5 años este joven quería para sus cumpleaños un regalo nada particular, pues el primer regalo que deseo que sus padres se lo compraran fue su primer telescopio a esa edad. Un tamaño muy diminuto y un precio bastante alto le perimieron a este hombre soñar cada noche mirando la luna y sus alrededores.
Un reflector newtoniano y un catadióptrico lo ha llevado no solo a ha llevado a enamorarse del universo si no a llevar sus equipos por la calle tercera de Ibagué, mostrándole a la gente un poco más de lo que ofrecen los astros y lo que sus equipos técnicos le permiten ver sobre el universo.
Para Maicol el cielo es hermoso desde cualquier punto vista, pues su vida lentamente gira entorno a las boquillas de los telescopios que le permiten cierta forma apreciarlas y estar cada vez más cerca de ellas.
En ciertas etapas lunares, este hombre ha logrado apreciar el astro, pero sus equipos no son tan profesionales y no cuentan con la capacidad para apreciar las estrellas que se encuentran lejanas a la luna y al universo.
En su telescopio ha logrado apreciar algunas estrellas, pero siempre es una tarea difícil ya que las estrellas se evidencian como puntos diminutivos en su telescopio.
El planeta más grande del sistema solar es Júpiter y este hombre esperaba ansioso para lograr apreciar su belleza desde una de las miras más cercanas a la luna, desde el universo.
Sus equipos le han permitido apreciar 4 lunas de las 67 que cuenta el planeta júpiter. Su ingenio, creación, amor y pasión lo llevan en Semana Santa por la tercera de la capital a apreciar todo lo que nos muestra el maravilloso universo.
Su telescopio catadióptrico usa dos tipos de tecnología, la primera es un reflector y la segunda está compuesta por los lentes reflectores, que hacen de este equipo y su tecnología ver el espacio de una forma más profunda y con claridad.
Estos equipos hoy en día se encuentran en el mercado por el valor de 4 a 8 millones de pesos, dependiendo su lente óptico, pero la pasión, el amor y cada gota de esfuerzo llevaron a Maicol a elegir entre un carro o el universo, e indiscutiblemente prefirió el universo a donde ha entregado su vida por completo.
Sus aspiraciones en los estudios de astronomía es compartir con los ibaguereños la humildad que lo domina y de cierta forma explicarles a los niños que han sido consumidos por las redes sociales, ese espacio y esa aplicación tan grande que no se encuentra en un dispositivo móvil, sino en el universo.
Cabe resaltar que este hombre comparte sus equipos con los ibaguereños para apreciar el universo y la luna, por el valor de $1.000, y se encontrará en la semana santa por la 3ª de la capital, compartiendo las riquezas del universo.