Al advertir que la dignidad humana y la igualdad del trabajador no son negociables, la Corte Suprema de Justicia ordenó el reintegro de un trabajador que padecía VIH - Sida que había sido despedido sin justificación de la entidad bancaria en la que trabajaba.El alto tribunal constató que el trabajador fue víctima de discriminación laboral cuando la entidad se enteró de su estado de salud. El hombre fue despedido. En el debate jurídico se les recordó a las empresas que “cualquier acto de discriminación contra personas por su condición médica o su especial situación están prohibidos por la constitución y la ley”, advierte el fallo con ponencia del magistrado Rigoberto Echeverry.