
La emergencia fue protagonizada por una joven de 18 años residente en una humilde vivienda del barrio Boquerón, quien intentó poner fin a su vida ingiriendo una gran cantidad de Clonazepam, medicamento recetado para manejar los estados anímicos especialmente en momentos de depresión.
Fue así que al ser encontrada inconsciente al interior de su habitación, los familiares trasladaron a la joven identificada con las iniciales V.M.L.R hasta las instalaciones del hospital Federico Lleras Acosta, donde le realizaron un lavado gastrointestinal para eliminar la sustancia.
Luego de recibir el tratamiento médico prioritario, la mujer fue remitida al aérea de psiquiatría con el objetivo de brindarle otro tipo de ayuda con profesionales expertos en el área.
De este modo las autoridades recomiendan la línea amiga 123 de la Policía para recibir ayuda, en caso de afrontar una crisis que lo lleve a considerar el suicidio como una opción.