Ante el Juzgado Sexto municipal, con función de garantías, Carlos Alberto Barros Molina, fue presentado por ser el presunto responsable de cobrar varias sumas de dinero producto de extorsiones bajo la modalidad tío-tía.
Fueron exactamente 4 víctimas y 5 eventos en las que se cobró a través de una empresa de giros, la suma de cinco millones 700 mil pesos durante los años 2014 y 2015.
Las llamadas se estableció que eran emitidas desde el Coiba de Picaleña, donde los internos se hacen pasar por miembros de la rama judicial, indicándole a las víctimas que uno de sus familiares se encuentra en problemas judiciales por lo que deben realizar el pago de cierta cantidad de dinero para evitar que estos sean llevados a prisión.
En audiencia concentrada, el Fiscal 19 seccional de URI, imputó los delitos de Extorsión agravada en concurso heterogéneo sucesivo, bajo la modalidad de coautor a título de dolo, señalamientos que no aceptó siendo enviado a la cárcel de Picaleña.
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