
Nuevamente, en el municipio de Palermo, Huila, hay incertidumbre ante la divulgación de un audio, al parecer de disidencias de las Farc, que advierte que no se puede realizar ningún tipo de actividad minera en este municipio que basa su economía en gran parte en esta actividad.
En el audio se escucha el saludo de quien sería el encargado de la compañía móvil, Julián González, donde expresa: “Reciban un cordial saludo, mi nombre es Jackson González, encargado de la compañía móvil Julián González del frente Ismael Ruiz, bloque central Isaías Pardo. Lo siguiente es para informarles que toda actividad minera en la zona del Paraguay será parada por incumplimiento con la organización, con los acuerdos que se realizaron con el camarada May, los cuales la zona minera no les dio cumplimiento”.
Al parecer, las comunidades estarían recibiendo presión para realizar pagos a estos grupos que buscan fortalecer sus finanzas realizando exigencias económicas a diferentes sectores de la economía. Alias May habría citado a la comunidad y establecido algunos compromisos, que a raíz de su muerte no fueron cumplidos.
La muerte de Alias May, quien delinquía en esta zona que limita con el sur del Tolima, habría sido un alivio para las comunidades que no tendrían que cumplir ningún pago o citación; sin embargo, al frente de este grupo delictivo habría quedado Jackson González, quien aseguró que dichos compromisos no se han cumplido y que deben para las actividades mineras.
En el audio se escucha: “Por lo tanto nos damos obligados a hacer esto ya que no somos un juego. Toda volqueta que se mueva a partir de la primera hora del día 18 de junio no se responde, no queremos a nadie en las minas hasta que se cumplan los acuerdos”, advierte Jackson González.
Las autoridades adelantan las investigaciones para establecer la veracidad del audio; sin embargo, reforzarán la presencia en la zona con el fin de garantizar que se adelanten las labores de los trabajadores con normalidad.
Alias May era el segundo al mando de la estructura Ismael Ruiz, pero se desempeñaba un papel central en la ejecución de acciones criminales.
Según las autoridades, era dinamizador de homicidios selectivos, especialmente contra líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz, lo que generaba un clima de inseguridad y temor en las comunidades del sur del Tolima. Dirigía actividades de extorsión que afectaban a diversos sectores económicos, consolidando una red de financiación para la estructura armada.
Además se le atribuye el ataque contra la patrulla policial en 2022, ocurrido en el corregimiento de San Luis de Neiva, que dejó siete policías muertos.