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5 Jun 2017 08:48 AM

Más agua y más oxígeno para Ibagué

Alerta
Tolima

Desde hace un año hago parte de un proyecto liderado por campesinos de Cay y la Cascada que busca reforestar las cuencas hídricas en Ibagué.

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Hoy, 365 días después, orgullosamente puedo reportar la siembra de más de 5.000 árboles en el Cañón del Cay con una clara intención: defender el recurso hídrico y ayudar a que nuestra ciudad sea más sostenible ambientalmente.

En los dos últimos siglos, el crecimiento de la población ha llevado a límites insostenibles la demanda de recursos y la presión sobre áreas naturales vulnerables. El calentamiento global ha sido el responsable de la aniquilación de miles de hectáreas de bosques: la deforestación amenaza ecosistemas estratégicos, como la selva amazónica, y la extinción de especies ha sido una de las consecuencias de esta situación.

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En respuesta a todo esto, el Pacto de Paris busca mantener el aumento de la temperatura en este siglo muy por debajo de los 2 grados centígrados. ¿será suficiente? Imaginémonos como cambiarían los diversos climas que tenemos dentro del territorio ibaguereño en tres siglos aun cumpliendo metas como esa: difícilmente cualquier ciudad del mundo conservaría su encanto, su fauna, su flora y su habitabilidad para los seres humanos con una temperatura 6 grados superior a la actual. Tenemos que ser conscientes que nos estamos jugando la vida.

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En el ámbito nacional, hemos tenido algunos avances, aunque tímidos. Por ejemplo, se ha tomado como política de Estado el mantenimiento de grandes reservas forestales, apuntándole también al mantenimiento y a la preservación de las fuentes de agua alojadas en los páramos.

Sin embargo faltan muchas más acciones, entre ellas algunas pedagógicas y otras punitivas. Sin duda combatir activamente a los grupos armados ilegales es favorable para el medio ambiente, pues actividades como la minería ilegal y los cultivos ilícitos son grandes generadoras de contaminación.

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Ibaguereños: más allá de lo que hagan los líderes mundiales, a los que con toda certeza la humanidad entera tendrá que presionar para proteger el planeta, y de las medidas de alcance nacional, no perdamos de vista que también podemos cuidar al planeta con nuestra participación activa en la toma de decisiones de los gobiernos locales y con nuestra conducta personal.

En pleno Siglo XXI toda ciudad debe tener una planeación seria en temas ambientales, con metas ambiciosas, conocimiento experto, y sobretodo, unas amplias instancias de participación ciudadana para que la comunidad pueda contribuir al desarrollo sostenible del territorio.

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Es un tema que claramente no se puede ignorar y que debemos exigir sin timideces. Pero, al tiempo, debemos tener un compromiso personal: de nuestras acciones diarias y del compromiso ambiental de nuestras familias también dependen nuestro presente y nuestro futuro: si siguiendo el ejemplo de este puñado de campesinos de Cay y la Cascada, en cada uno de nuestros hogares impulsamos la reforestación y el consumo responsable, estaremos haciendo una contribución innegable a Ibagué y a toda la humanidad.

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