26 Jul 2017 04:45 PM

Los Ninis en Colombia

Alerta
Tolima

Se habla en estos días sobre un grupo de personas que no participan mucho de lo que la sociedad colombiana tiene para ofrecerles.

No, no hablo de aquellas personas jóvenes, edades de 15 a 24 años, que ni estudian ni trabajan: Colombia ocupa el segundo lugar en Latinoamérica con población en este grupo.

Es bien citado por muchos economistas que esto afecta el futuro del país como ninguna otra cosa: si tenemos mucha gente joven, una ventaja sobresaliente desde cualquier punto de vista, pero no le proporcionamos oportunidades de empleo o trabajo, una desventaja desde cualquier punto de vista, todos perdemos.

Hablo del otro grupo de ninis que hay en Colombia y que muchas veces ni asisten ni participan en las fiestas democráticas que se desarrollan cada tantos años para elegir a los regentes  del pueblo,  que trabajen para el pueblo y beneficien al pueblo.

Pero en Colombia la polarización política se ha tornado tan magna que muchas personas no quieren ser fichadas ni con los de la derecha del espectro de la política colombiana ni con la izquierda del establecimiento republicano.

Cada vez que uno prende la televisión y gusta de ver las noticias para estar al tanto de cómo va el país en materia política, o cualquier otro ámbito de la vida nacional, tenemos, aunque no los únicos pero si los más influyentes, dos canales que nos proporcionan los informes del momento arreglado a lo que ellos juzgan que es lo que deseamos escuchar: ósea ni se apenan de dar noticias destacadas de un grupo ni se sonrojean de dar noticias castigadoras del bando contrario.

El otro día me invitaron a un programa de radio en el cual se discuten cosas muy interesantes. Surgió el tema del abstencionismo en Colombia: me expresaba el director del programa que en Colombia este mal de la democracia actual afecta al 63 por ciento del electorado. Un dígito muy alto para nosotros, en donde la democracia casi siempre ha reinado como sistema político por excelencia, pero entendible si consideramos que los actuales cabecillas, y sus partidarios, tanto de izquierda y derecha, con su forma de hacer política y gobernar una vez alcanzan el poder, han apartado gran número de individuos que no se asemejan “ni con estos ni con los otros.”

Ahora que se aproxima una nueva ocasión para que los ciudadanos elijan a sus gobernantes, comprometámonos a examinar muy bien que es lo que ambicionamos para nuestra nación y territorios.

Esto implicaría a pensar mejor que es lo que no queremos en ellos: ni de izquierda ni de derecha; para adelante. Ni revanchistas ni complacientes; pero justos.

Opino que la formidable suma de colombianos que forman parte de los ninis, pueden hacer que los eventos cambien para el bien de todos. Sin embargo, también tienen mucho que ver con el escenario real del país, ya que teniendo la oportunidad de votar por quienes gobiernan y desarrollan las estrategias, no ejercen su opinión cuando habrían de hacerlo.

De cualquier manera nuestro estado sigue siendo democrático y esto nos asegura que constantemente van a hallarse circunstancias para corregir el camino que muchas personas ni les gusta ni ayudaron a escoger.

Los ninis en Colombia gozan el privilegio de poder elegir, para que simplemente no se quejen por lo que está pasando. No puede existir el pretexto de que “no hay con quien” a causa de que solo encontramos a la izquierda o la derecha.

Lo innegable es que bien sea que voten por uno o el otro, hemos de escoger esquina, porque si no: no obtendríamos ni el pan ni el queso. En otras palabras, no seriamos ni chicha ni limonada mientras que otros, las minorías, gobiernan nuestras vidas.

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