Por: Indira Orfa Tatiana Rojas – tatianarojasoviedo34@gmail.com
Para los japoneses, un principio de calidad es “hacer las cosas bien desde el primer momento” y esto tiene que ver también con la calidad de la educación.
Los países que ostentan los mayores índices en las pruebas internacionales, se caracterizan por seleccionar rigurosamente a quienes aspiran a prepararse para ser docentes; una vez obtienen su título como licenciados cursan su maestría y luego inician un proceso de selección para ingresar como docentes. Este es el caso de Finlandia.
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La plataforma con la cual inicia cada estudiante desde su primer año de escuela, garantiza una formación con altas expectativas, con los mejores niveles, con la capacidad de configurarse como descubridores del conocimiento, bajo la dirección del principal factor de calidad, como muchos estudios lo concluyen: el docente.
Igualmente, hay una confluencia de factores que conforman un sistema educativo exitoso y es el hecho de que las familias reconozcan la importancia de la educación para sus hijos, que el país valore a sus maestros como los profesionales de mayor reconocimiento público, los cuales tienen claridad sobre qué tipo de ciudadano quieren formar y cómo lograr que cada uno sea digno y correcto para con su país.
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Los políticos, las administraciones, la comunidad en general, tienen claro que el recurso más importante que tiene su país, es el cerebro de niños y jóvenes, esto implica convertirlos en sujetos competitivos a nivel internacional.
La visión e intereses de los estudiantes son de alto orden, a partir de ello en la escuela se decide su educación, el currículo pertinente para un reducido número de estudiantes por aula, usualmente 20 en cada grado, buscando siempre la utilidad y el éxito del conocimiento a partir de situaciones reales.
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En Finlandia, país que muchas veces tomamos como paradigma, en los establecimientos educativos hablan algo más de 45 idiomas, siendo que el 95 por ciento de la población es finlandesa. Su desarrollo después de la segunda guerra mundial, se forjó en el conocimiento, la destreza y la productividad; la electrónica es el campo más empoderado en este momento y se reconocen como los líderes mundiales en producción de celulares.
Finlandia posee el mayor número de investigadores per cápita en el mundo y siendo un país pequeño, es un referente educativo para el planeta.
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Aún cuando es incomparable, se evidencian muchos factores que podrían ser incorporados e implementados para la mejora continua de la educación en todos los niveles educativos.
En Colombia es más que urgente que el gran campo de la Educación ocupe un lugar privilegiado en los discursos, en las agendas, en los presupuestos y en las políticas públicas, en la formación de formadores, seleccionando a los mejores docentes, de lo contrario la educación seguirá en lo seco, como lo afirma el filósofo Guillermo Hoyos.
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