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13 Mar 2017 07:02 AM

Carrera presidencial: ¿modalidad relevos?

Alerta
Tolima

Cuando la cabeza del partido de gobierno reúne a sus congresistas faltando cerca de un año para las elecciones y les dice: “Tranquilos, el próximo presidente de Colombia aún no se ha lanzado”, lo que debe generar es todo lo contrario.

Daría más confianza un técnico de un equipo de fútbol que va perdiendo un partido en los últimos minutos y en lugar de enviar al campo a alguno de los jugadores suplentes, opta por dirigir su mirada hacia el cielo, como tratando de encontrar una ayuda divina que le permita remontar el marcador.

El país está totalmente polarizado, y evidentemente el partido de gobierno se dedicó a malgastar la popularidad con la que comenzó en 2010. Adicionalmente es casi improbable pensar que sus aliados durante estos dos periodos presidenciales serán sus coequiperos en el próximo proceso electoral.

Con respecto a los demás partidos hay que mencionar que a excepción uno que ya optó por cerrar las inscripciones para aspirantes y otro que tiene un candidato natural, los demás no han definido quiénes los representarán en la contienda de mayo.

La constante ha venido siendo la aparición de nuevos candidatos. Claro que más se demoran en saltar al ruedo, que en ser objeto del famoso ‘bullying’ que, en este caso, no ha respetado ni siquiera los colores políticos. Pareciera que desde todos los sectores existiera un pacto tácito para ‘matonear’ y no dejar prosperar ninguna candidatura.

Es increíble cómo el fenómeno de las ‘barras bravas’, propio del fútbol, se ha venido tomando la política, y los seguidores de un candidato, en lugar de estar ocupados tratando de convencer a sus amigos con propuestas, dedican la mayoría de su tiempo a descalificar y ofender a otros candidatos, sin importar que más adelante tengan que recular por cuenta de procesos internos o interpartidistas de quienes aspiran a dirigir los destinos del país.

El pueblo está cansado de la corrupción y de la falta de solución a los problemas sociales por la clase dirigente, y ha encontrado en las redes sociales la forma de hacerse oír. Sin embargo, no se puede generalizar.

Cómo negar que hay gente buena que quiere prestar sus servicios al país. Sería tanto como negar que hay buenos médicos, buenos abogados, buenos arquitectos.

Pero por otro lado, los candidatos tienen que ser conscientes de que cualquier error pasado o presente es motivo suficiente para tener que dar un paso al costado.

Por lo mismo, ningún aspirante, ni los actuales, ni los que aparezcan en los próximos meses, tiene asegurada su aparición en el tarjetón presidencial.

La carrera hacia el Palacio de Nariño continuará. Si ya está en contienda el próximo presidente o recibirá la posta más adelante, solo lo sabremos cuando se posesione el 7 de agosto de 2018.